UNIDAD 2: QUINTA
DISCIPLINA
En esta unidad se estudiará la Quinta Disciplina ,
la que se desarrolla con fundamento en el Quinto Paradigma, cinco disciplinas
muy importantes ya que de ellas dependen de la redefinición de las
organizaciones modernas.
El ser humano
está obligado a cambiar empezando por sus estructuras mentales y el diseño de
nuevas estructuras organizacionales que le permitan generar nuevos patrones de
conducta; pero el ser humano por naturaleza es resistente al cambio, esto es
así debido a que sus patrones de conducta están fuertemente arraigados al
estatus quo de sus estructuras de crecimiento. Es resistente al cambio debido a sus limitaciones de entendimiento de
las estructuras que subyacen a sus patrones de conducta. Y es resistente al
cambio debido a las limitaciones impuestas por su capacidad de entender y
manejar sistemas complejos.
La globalización
impone a los seres humanos la necesidad de cambiar radicalmente sus estructuras
sociales y estos cambios exigen a su vez un cambio radical en las estructuras
mentales para poder entender y
trasformar sistemas cada vez más complejos; un desplazamiento, un cambio
fundamental o trascendencia mental. Una auténtica metanoía.
La metanoía[1]
significa un desplazamiento de un estado mental anacrónico a un estado mental
trascendente. De modelos mentales lineales y
adaptativos a modelos mentales sistémicos y generativos. De pensamiento fáctico
a pensamiento sistémico. De concepción idealista y metafísica del mundo a una
concepción dialéctica y sistémica del mundo. Si los seres humanos no cambian
sus estructuras mentales no podrán ser actores activos y directos en los
procesos de cambio que nos impone la globalización.
La globalización es la oportunidad
que nos ofrece la tecnología de la información y de las
comunicaciones a las personas y organizaciones estar al mismo tiempo en todas
partes del mundo, reestructurando sus estructuras e interrelaciones internas y
externas en grados cada vez más complejos.
2. LA QUINTA DISCIPLINA
GESTIÓN DE LA INTELIGENCIA COLECTIVA
SOPORTE
ESTRUCTURAL
DE LAS ORGANIZACIONES
DEL FUTURO
La globalización
y la explosión demográfica son el preámbulo de la sociedad del futuro. La
globalización hace que las personas estén cada día más informadas de todo lo
que acontece en el mundo en el instante en que se producen los hechos, de la
calidad de los productos o servicios y del surgimiento de nuevas tendencias en
la moda y en los usos y costumbres que empiezan a expandirse globalmente. El
horizonte de las personas crece inevitablemente haciéndose cada vez más
compleja. Por otro lado, el crecimiento de la población mundial adjunto a los
graves problemas ecológicos derivados de la expansión industrial y otros males
del pasado, ponen en riesgo la supervivencia de la rasa humana debido a la
grave escasez de recursos naturales básicos
que se presentaran los próximos años.
En medio de este
panorama, la sociedad actual no puede más vivir anclado a las costumbres del pasado:
el derroche de recursos, sistemas de producción ineficientes y llenas de
defectos, desperdicios, averías y accidentes propios de organizaciones sociales anacrónicas
construidas y dirigidas con modelos mentales pragmáticos (utilitaristas).
El problema
organizacional se ha convertido en un elemento crucial para contrarrestar los
efectos de la globalización, la sobrepoblación mundial y el desastre ecológico.
Pero dentro de este problema, hay otro aun más controversial: los modelos
mentales que heredamos de la globalización del capitalismo financiero
esencialmente especulativo que hacen del ser humano el elemento mas
desconfiadle en un proceso de cambio orientado hacia organizaciones más
eficientes.
Se hace entonces
necesario un cambio sustancial en el modo de pensar de la gente, una verdadera metanoía, una forma diferente de ver
las cosas de manera trascendente. Es así como se configura el presente trabajo
intentando cambiar la visión del mundo, desarrollando nuevos conceptos
partiendo de la realidad y yendo hacia
ella, descartando todo vestigio de idealismo y subjetivismo.
Adicionalmente
debo señalar que el presente trabajo esta orientado a abrir una trocha en medio
del frondoso bosque del conocimiento humano que nos conduzca hacia el limite de
las aspiraciones de los equipos lideres del futuro: el advenimiento del quinto paradigma “la gestión de la
inteligencia colectiva” teniendo
como soporte estructural para su desarrollo los “sistemas inteligentes” logrando niveles de eficiencia en las
organizaciones jamás vistos en etapas predecesoras.
2.1 GLOSARIO DE TERMINOS
FILOSOFÍA: La
filosofía es un concepto de carácter cognitivo relacionado con el devenir de
los procesos naturales. La filosofía, en su proceso cognitivo de dichos
fenómenos debe responder constantemente a las siguientes interrogantes: ¿Qué
(es) somos?, ¿Cómo (es) somos?, ¿De donde (vienen) venimos? Y ¿Hacia donde
(van) vamos?; en síntesis, la filosofía
es el proceso cognitivo de la naturaleza que busca reflejar en la
conciencia humana el devenir de los procesos materiales a lo largo de su
evolución y desarrollo tendencialmente posible, sustentado sobre la base del
conocimiento de su estado actual y su devenir histórico. La dialéctica de lo
concreto y lo posible se refleja en la conciencia humana a través del
conocimiento filosófico materialista dialéctico.
DIALÉCTICA: Modo
fundamental y único de existencia de la materia. Este concepto trata de diferenciar entre el carácter subjetivo de la
dialéctica en la filosofía tradicional que considera como un simple método de
análisis de los fenómenos materiales, y su
carácter objetivo, inherente al modo de existencia de la materia,
independientemente de la conciencia, y cuyo reflejo en la conciencia,
constituye la concepción materialista dialéctica del mundo.
SISTEMAS:
Modo
fundamental y único de estructuración y organización de la materia.
Este concepto
resalta el hecho que los sistemas
constituyen una forma natural de estructuración y organización de los fenómenos
materiales en función de los procesos fundamentales que realiza. Los sistemas
no solo pueden ser considerados como la interrelación de elementos en función
del cumplimiento de un objetivo, sino que además, es una estructura y una
organización bien definida de dichos elementos
y que la ciencia trata de reflejar a través de la Teoría General de
los Sistemas.
ESTRUCTURA: Cadena
física y/o espacio físico integrados (fijo o con movimiento autónomo) generado por la interrelación de elementos de
un sistema que interactúan cumpliendo funciones específicas orientados hacia el
logro de los objetivos del sistema. Las
funciones son acciones específicas que realizan los elementos del sobre los recursos del sistema.
ORGANIZACIÓN: Es
el conjunto de funciones específicas que cumplen los elementos del sistema de
acuerdo con sus requerimientos operativos. Las funciones son actividades
específicas y especializadas asignadas a los subsistemas y se encuentran
concatenadas unas a otras en concordancia con los procesos que desarrolla el
sistema para el cumplimiento de sus objetivos.
La concatenación de funciones determina la estructura del sistema y son las características del proceso las que
determinan la distribución de funciones.
SINERGIA: Es una propiedad
de los sistemas a través del cual sus elementos logran su rendimiento optimo al
interactuar en una estructura y organización sistémica integrada. Este nivel de rendimiento es
óptimo y es superior a todo nivel de rendimiento de cada elemento del sistema
cuando actúa en sistemas anacrónicos; de allí que los sistemas sean más que la
suma de sus partes.
SISTEMAS INTELIGENTES:
Un sistema inteligente es un sistema con conciencia, estructura y organización
de alta integración y sensibilidad que le permite responder adecuada,
oportunamente y eficientemente a los
problemas derivados de su interacción
con el entorno.
COMPLEJIZACIÓN: Es el incremento de variables del entorno
influenciables sobre el sistemas que escapan de su estructura actual de
control.
Como
complejización se entiende también los
altos niveles de estructuración y organización sistémica de los procesos
materiales (subsistemas dentro de sistema que conforman un sistema y estos a su
ves dentro de otro subsistemas en una cadena interminable) que debido a su
elevado número de elementos, o subsistemas e interrelaciones; crean gran
dificultad para el entendimiento humano correspondiendo, así mismo, estructuras
de conocimiento complejos.
Escribes una
palabra en el lugar indicado por el cursor del buscador de Internet, haces un
clic y pronto quizás más rápido de lo que
esperas aparece en pantalla información suficiente y basta sobre el
tema; pero esto es solo apenas un pequeño aporte de la tecnología de la información y las comunicaciones.
Hasta aquí todo
parece maravilloso; sin embargo, cuando uno revisa su entorno de pronto se da
cuenta que este ya no tiene limites, la vida es cada vez más compleja, las
estructuras sociales se han convertido de pronto en anacrónicas, impotentes
para resolver los problemas que nos presentan el mundo de hoy.
De la misma
manera de cómo buscar información en Internet, una persona cualquiera, abre un
correo electrónico con la finalidad de compartir información de cualquier tipo,
inserta en su lista de contactos o grupos a unos amigos, luego a otro y otro,
comparte información de toda índole con cada uno de ellos. De pronto se da
cuenta que la información no es compartida por igual por todas las personas,
necesita clasificar a sus contactos por el tipo de información que comparte.
Dependiendo del tipo de información que hace circular por la red la lista de
contactos crece inevitablemente, debe atender correos de diversas partes de la
ciudad, quizá muy pronto antes que se lo que imagine, estos correos no solo
vendrán de la ciudad, sino también de su país y también de otras partes del
mundo. Su entorno ha crecido. No solo necesita clasificar sus contactos, tiene
que incrementar sus manos, ojos y oídos, no le vasta su persona, debe llamar a
mas personas, formar un equipo, finalmente, construir una organización. Esta
obligado a moverse en un mundo cada vez más complejo. Su pensamiento no le
ayuda a entender lo que esta pasando, necesita cambiar y ver las cosas de otra
manera.
Con las empresas
sucede igual, solo que en este caso está
presente la competencia, ese fantasma que no le deja en paz. El entorno de la
empresa tradicional es pequeño, con una lista de clientes fácil de controlar y
manejar, están muy bien localizados; pero el fantasma de la competencia, lo
invade. Aparecen nuevos productos y a menor valor comercial. Debe reducir
costos y buscar otros mercados, la tecnología de las comunicaciones le permite
ir más allá. Ahora puede entrar a los confines de la ciudad, del país y del
mundo. Sus estructuras no resisten, no sabe lo que pasa, las oportunidades han
crecido, pero internamente todo sigue igual. Está obligado a cambiar, debe
conocerse así misma, debe aprender a moverse en medio de la complejidad.
Visto desde otro
ángulo. Una noticia ha dado la vuelta el mundo.
“Los pobladores de cierta localidad
han tomado la justicia con sus manos[2]”. El gobierno condena los hechos, intenta poner
orden e impedir el desenlace fatal; sin embargo, en otro lugar del país suceden
hechos similares, dando inicio a una escalada de violencia incontrolable.
Intenta detenerlo. Las leyes no funcionan, los jueces y funcionarios se tornan
incompetentes. De pronto notamos la presencia
en el estado de “el síndrome de la rana hirviendo”[3]. Su insensibilidad a los
cambios sutiles no le permite ver lo que realmente está ocurriendo. La
temperatura del ambiente sigue en aumento, finalmente el agua hierve, la rana
muere, ya no tiene opción de reaccionar y corregir sus deficiencias. El
gobierno es victima de sus propias deficiencias frente a los cambios sutiles que es incapaz de detectarlas y corregirlas
oportunamente.
La tecnología de
la información y las comunicaciones, es la responsable de estos cambios. El
mundo es tan pequeño que bastan fracciones de
segundo para viajar virtualmente
al otro lado del globo, la
velocidad de la información pone en contacto a gente de todas partes del mundo,
ha complejizado la vida de los seres humanos, pero al mismo tiempo, la
permeabilidad a los cambios ha aumentado poniendo al descubierto la grave
escasez de recursos que permiten el sostenimiento de las empresas y de la
población mundial que ha crecido enormemente. Escasez de recursos se ve
agravada con los problemas ecológicos generados por el gran desarrollo
industrial, los parques automotores y la necesidad de supervivencia de los
pueblos que habitan las áreas verdes del mundo. Los problemas del mundo son
cada vez más complejos. Las pautas de solución de los seres humanos a los
problemas complejos se han vuelto obsoletas. ¡Que tal paradoja!: con tanto
conocimiento e información acumulados en
toda la historia de la humanidad nos sentimos hoy incapacitados para enfrentar
los problemas derivados de la complejización.
La impotencia
para resolver los problemas cada vez más complejos entorpece a los seres
humanos convirtiéndoles en esclavos de sus propias estructuras sociales, vive
aferrado a su modo tradicional de vida y muy resistente a los cambios que
impone la modernidad.
La tecnología y
los sistemas de información han acortado las distancias y están diluyendo las
fronteras. El mundo de hoy se ha convertido en una aldea pequeña en el que es
muy fácil escucharse unos a otros no importando la distancia que nos
separe. Esta misma tecnología de la información es la responsable del
crecimiento del entorno personal y de las estructuras sociales del ser humano;
así mismo, de la complejización de las interrelaciones personales y de las
instituciones sociales de todo nivel.
2.2 PROBLEMAS DE LA GLOBALIZACIÓN
En estas
circunstancias la globalización nos plantea los cinco problemas fundamentales
siguientes:
2.2.1 Primero: La complejización
del entorno traducida en el incremento de las influencias externas sobre las
personas y organizaciones traducidas en variables que escapan de su estructura
actual de control
2.2.2 Segundo: La incapacidad de
los seres humanos y las organizaciones para descifrar los problemas derivados
de la complejización.
2.2.3 Tercero: Los modelos
mentales predominantes se han vuelto anacrónicos convirtiéndose en la traba
fundamental de los cambios que exige la globalización.
2.2.4 Cuarto: La contradicción
entre la necesidad de colectivizar la actividad social para hacer frente los
problemas derivados de la complejización y el modelo social liberal imperante
que fomenta el individualismo a ultranza.
2.2.5 Quinto: La velocidad de
los cambios y la lentitud de las
respuestas de las organizaciones que hacen pensar en la necesidad de construir
organizaciones inteligentes con la capacidad de responder en forma rápida y
eficiente.
La
competitividad se ha convertido en la
fuerza dinamizadora de los cambios, obligando a las personas y organizaciones a
insertarlos en procesos innovación y
mejora continua de sus estándares de
calidad.
La globalización induce a la realización de
cambios radicales en las estructuras organizacionales debido a que el
desarrollo del conocimiento, la tecnología y sistemas de información han
llegado a sus límites de crecimiento y
para dar el salto cualitativo es necesario resolver la contradicción principal
que engendra la globalización. Dicha
contradicción se refleja, por un lado, en el alto nivel de desarrollo
tecnológico y del conocimiento humano y, por el otro, en su capacidad para poder manejar sistemas complejos creados
por tal desarrollo.
Nunca antes la
tecnología de la comunicación ha puesto tanta información en nuestras manos a
tal punto que no existe en la faz de la tierra un cerebro capaz de descifrarlo.
La capacidad del cerebro humano para descifrar
tanta información es insuficiente. Esto nos plantea la contradicción
principal que se encuentra detrás del impulso de los cambios radicales que nos
impone la globalización.
La masa crítica del cambio,
-a diferencia de la era de la revolución industrial en el que era el estado de
desarrollo de las fuerzas productivas y la tecnología-, es el factor humano. El acelerado desarrollo de las fuerzas
productivas acompañado del desarrollo tecnológico y el conocimiento científico
ha progresado tanto a niveles de la automatización de los procesos y el
desarrollo de sistemas mecánicos inteligentes dándoles niveles de autonomía
nunca antes vitos. Este proceso ha puesto al tapete el dilema: entre
el hombre y la máquina el menos confiable es el ser humano. La
capacidad del ser humano ha sido puesta en tela de juicio. La inteligencia
individual ha sido superada por la
inteligencia colectiva puesta de manifiesta por el desarrollo tecnológico. ¿Qué hacer para superarlo?
Pero ¿por qué ha
sido puesta en tela de juicio la capacidad de los seres humanos? Las
estructuras anacrónicas vigentes en el que se desenvuelve la vida del ser
humano han sido construidas bajo esquemas mentales pragmáticos,
individualistas, unilaterales, lineales y fácticos. Para superar los efectos de
la inteligencia colectiva se debe actuar colectivamente, trabajar en equipo, compartir
visiones, desarrollar sinergias bajo un nuevo modelo mental con dominio pleno
del pensamiento sistémico.
2.3 PROBLEMAS ORGANIZACIONALES
2.3.1 Características generales de las organizaciones
La mayoría de las
organizaciones en nuestro país, por no
decir todas, son organizaciones tradicionales sustentadas en la división
horizontal del trabajo y vertical en la toma de decisiones, con estilos de
liderazgo autocráticos en donde los subordinados están condenados solo a
cumplir órdenes, incapacitados de pensar por si mismos; esto hace que los
miembros de la organización se dediquen exclusivamente a sus labores asignadas
sin importarles lo que hagan los demás y escasamente comprometidos con la
visión, misión, objetivos y metas de la organización.
Así mismo, las
organizaciones tradicionales son incapaces de desarrollar una filosofía propia
orientada a su autoconocimiento presente y las posibilidades de desarrollo
futuro, que originalmente se plasman en la visión y la misión de las
organizaciones, convirtiendo a la filosofía organizacional en puro formalismo
que les impide desarrollar una visión compartida entre sus miembros.
Las
organizaciones tradicionales están caracterizadas por un crecimiento espontáneo
donde la intuición y el instinto juegan
un rol importante, esto implica que apenas se descubra un recurso vital para la
sobre vivencia de la organización éste debe ser explotado al máximo sin
importar los problemas colaterales y recurrentes. Están caracterizadas por la
sobre explotación intensiva de la mano de obra como único medio para reducir
costos. Las organizaciones tradicionales son incapaces de generar programas de
optimización en el uso de recursos debido a la gran cantidad de variables
incontrolables que generan como consecuencia de su estructura sistémica
anacrónica y de alto nivel entrópico.
La cultura
organizacional en este tipo de organizaciones esta caracterizado por un tipo de
empoderamiento informal, en la medida
que son incapaces de desarrollar una visión compartida y con una
estructura organizacional que impide a sus miembros lograr ascensos de acuerdo
al desarrollo de sus capacidades y como consecuencia del tipo de liderazgo
autocrático predominante, los miembros de la organización tienden a formar
grupos informales de empoderamiento para lograr el control de la organización.
Así mismo, el desconocimiento de las normas internas de la organización y la
falta de compromiso institucional, hacen que la cultura organizacional en este
tipo de organizaciones este sustentada en el culto a la informalidad.
La estructura
piramidal de las organizaciones, la incapacidad de desarrollo de una filosofía
organizacional propia, su estructura sistémica anacrónica y la predominancia de
la informalidad en la cultura organizacional, hacen de nuestras organizaciones,
instituciones anacrónicas. ¿Cómo puede progresar un país con este tipo de
organizaciones? La presión de la globalización nos esta imponiendo un nuevo
paradigma y nos obliga a un cambio radical en nuestras estructuras
organizacionales, marcando de este modo un reto fundamental en el presente y
para nuestras futuras organizaciones.
2.3.2 Estilo de soluciones a los problemas organizacionales.
Las organizaciones de hoy son organizaciones especializadas
en el desarrollo de soluciones
sintomáticas y no fundamentales, cuando la competencia acecha a través
de productos más baratos y de mejor calidad se busca siempre la solución más
fácil: reducción de personal, reducción de sueldos, fijar metas de calidad
sustentados en el sobredimensionamiento del esfuerzo de los técnicos de la
organización o en la búsqueda de “iluminados” que les ayude a salvarse del
naufragio a través de una “idea genial”, olvidándose por completo de las
soluciones fundamentales.
Las
organizaciones tradicionales solo están capacitadas para reflejar las
cuestiones inmediatas y coyunturales, son organizaciones reactivas, actúan
impulsados por los “pinchazos” del entorno y son incapaces de prevenirlas
respondiendo intuitivamente y movidos por su instinto de conservación.
Así mismo, son organizaciones
insensibles a los cambios sutiles internos y externos, siendo capaces de
fenecer con plena ignorancia del mal que les aqueja; algunas veces descubriendo
las causas de los problemas demasiado tarde cuando las posibilidades de
solución ya se han diluido.
Estos males se
derivan de la incapacidad de estas organizaciones de aprender de si mismas de
su estado de desarrollo presente y futuro y de generar estructuras sólidas de
soporte de su crecimiento organizacional y del desarrollo de un pensamiento
colectivo para mejorar su sensibilidad ante los cambios y su capacidad de
respuesta rápida y oportuna. Derivan además, del pensamiento lineal y fáctico
predominante dentro de las organizaciones y del entorno que no hacen más que
configurar su poca capacidad de ver totalidades caracterizadas por la
complejidad de sus estructuras e interrelaciones de los sistemas que conforman
dicha totalidad.
2.3.3 Solución sistémica. “La mayoría de los problemas que enfrenta la
humanidad se relacionan con nuestra ineptitud para comprender y manejar
sistemas cada vez más complejos de nuestro mundo”[4]. “Esta incapacidad de
entendimiento y manejo de situaciones complejas hace que las organizaciones no
puedan ver las estructuras que subyacen a sus problemas fundamentales, orientándose
a soluciones sintomáticas que fortalecen
el corto plazo y debilitan o empeoran en el largo plazo, y alentando la
intervención sobre nuevos síntomas”.[5]
Frente a estos
hechos la realidad nos impone el desarrollo de un nuevo enfoque, un cambio de
perspectiva, una METANOIA, es decir, el desarrollo de una nueva concepción del mundo como soporte mental para el desarrollo
del pensamiento sistémico. Si la mayoría de nuestras deficiencias parte de
nuestra incapacidad de entendimiento de situaciones complejas e
interconectadas, debemos admitir que nuestra concepción del mundo en la
actualidad es anacrónica y con un escaso compromiso con la verdad, es decir un
reflejo objetivo y fiel de la realidad.
Esta nueva
concepción del mundo implica ver totalidades integradas y no elementos
aislados, fenómenos en constante movimiento, interacción y cambio permanente, implica ver la
naturaleza real de los procesos materiales de naturaleza contradictoria fundamental y de negación permanente para dar
paso a nuevos estados evolutivos dentro de un proceso continuo de
transformación.
Esta nueva
concepción además, nos obliga a ver la tendencia al incremento de la entropía
del universo como producto de la transformación espontánea de la materia
(estructuración sistémica espontánea), y al mismo tiempo, la generación de
procesos negentrópicos a través de la organización de los procesos materiales
en sistemas inteligentes para contrapesar el desorden, el caos total y la
destrucción irremediable del universo. De esto podemos concebir un mundo compuesto
por sistemas espontáneos que sucumben en medio del caos frente a sus niveles de
complejización interna y externa y, de sistemas inteligentes que no solo son
capaces de autorregular su estructura y procesos internos y externos para
perfeccionar su adaptabilidad, sino que además, son capaces de transformar su
entorno para garantizar su estabilidad
en el tiempo. Pero en mundo fuertemente influenciado por sistemas
inteligentes que han convertido a este en un laboratorio gigantesco de modelos reversibles de procesos
materiales, existen también los sistemas anacrónicos caracterizados por su
disfunción estructural.
Una nueva
concepción se abre paso hoy en día en
forma acelerada, es la concepción dialéctica y sistémica del mundo, es decir,
del mundo en constante movimiento y cambio y de la configuración sistémica de
las estructuras y procesos de la naturaleza, que con su propio poder elemental
se refleja en las mentes de los hombres de ciencia, dando origen al surgimiento
del pensamiento sistémico como elemento integrador del desarrollo del
conocimiento científico. La unidad de la ciencia solo es posible bajo la
luminaria del pensamiento sistémico y de la inteligencia colectiva.
El desarrollo de
la inteligencia colectiva requiere de un soporte estructural llamado sistema
inteligente conformado por subsistemas que adquieren autocontrol,
autorregulación y autogeneración estructural
autónomos. Un sistema inteligente es un sistema con conciencia, estructura
y organización de alta integración y sensibilidad que le permite responder
adecuada y oportunamente frente a las interacciones del entorno y se sustenta
bajo el principio del rendimiento óptimo de sus elementos.
Construir
sistemas sociales sobre la base de sistemas inteligentes es al parecer la
perspectiva de un futuro provisor para la humanidad.
2.3.4 LA QUINTA DISCIPLINA
Peter M. Senge propone la construcción
de organizaciones inteligentes sobre la base del desarrollo de 5 Disciplinas fundamentales: El
pensamiento sistémico, el dominio personal, los modelos mentales, la visión
compartida, el aprendizaje en equipo[6].
El pensamiento sistémico según el autor
viene a ser un marco conceptual, un cuerpo de conocimientos y herramientas que
se han desarrollado en los últimos 50 años[7]. Es además considerado
como la quinta disciplina y que se sustenta sobre la base de 11 leyes que
derivan a su vez de la obra de muchos autores del área de sistemas (referencia
del autor). Dichas leyes son las siguientes:
1.
Los problemas de hoy derivan de las “soluciones” de ayer, se refiere a la concatenación de las
soluciones del pasado y los problemas del presente.
2.
Cuanto más se presiona, más presiona el
sistema, se refiere a los procesos de realimentación compensadores de los
sistemas cuando las intervenciones bien intencionadas provocan respuestas del
sistema que compensan los frutos de la intervención.
3.
La conducta mejora antes de empeorar,
se refiere a la relación entre las soluciones a los problemas y el tiempo de
demora de los resultados que pueden mejorar antes de empeorar.
4.
El camino fácil lleva al mismo lugar, se
refiere a que a pesar de la complejidad de los problemas siembre habrá un
camino mas fácil que los demás que nos conduzca a un mismo lugar.
5.
La cura puede ser peor que la
enfermedad, se refiere a los tipos de soluciones asistémicas cortoplacistas y
sintomáticas que tienden a ser adictivas y a empeorar los problemas del
sistema.
6.
Lo más rápido es lo más lento. Se
refiere a la tasa de crecimiento óptimo de los sistemas, el crecimiento rápido
puede a la larga traer graves problemas que finalmente significan un retraso en
el crecimiento del sistema.
7.
La causa y el efecto no están próximos
en el tiempo y en el espacio. Se refiere
a que los problemas sutiles del sistema derivas de causas distante en el tiempo
que no podemos percibirlos debido a nuestros modos predominantes de pensar.
8.
Los cambios pequeños pueden producir
resultados grandes, pero las zonas de mayor apalancamiento son las menos
obvias. Se refiere al principio de la palanca: la necesidad de descubrir zonas
de alto apalancamiento en estructura subyacentes que muchas veces requieren de
soluciones simples.
9.
Se pueden alcanzar dos metas
aparentemente contradictorias. Se refiere a la necesidad de asumir la
naturaleza contradictoria de las cosas y dar soluciones sin necesidad de
confrontarlas.
10.
Dividir un elefante por la mitad no
genera dos elefantes pequeños. Se refiere a la necesidad de ver las cosas como
un todo, visión holística.
11.
No hay culpa. Se refiere a la búsqueda
de responsables externos a los males del sistema; “el pensamiento sistémico
muestra que no hay nada externo: nosotros y la causa de nuestros problemas
formamos parte de un solo sistema.”[8]
El dominio personal que se basa en el
manejo de la visión personal, la tensión creativa, la tensión emocional y los
problemas generados por los conflictos estructurales, a través de técnicas que
permitan un estado optimo de las personas para mejorar su rendimiento.
Los modelos mentales se relaciona con
el hecho de que muchos de los conceptos no se llevan a la practico por que
chocan con profundas imágenes internas a cerca del funcionamiento del mundo (lo
que yo llamo concepción del mundo) imágenes que limitan a modos de pensar y
actuar. “la disciplina de manejar modelos mentales – afloramiento, verificación
y perfeccionamiento de nuestras imágenes internas del mundo- promete ser una
decisiva innovación en la construcción de organizaciones inteligentes”…”Aunque
las personas no [siempre] se comportan en congruencia con las teorías que
abrazan [lo que dicen], si se comportan en congruencia con sus teorías-en-uso
[los modelos mentales].”[9]
La visión compartida se refiere a la
necesidad de la organización de desarrollar una filosofía organizacional
plasmada en una visión de largo plazo que oriente sus actividades. Pero no solo
se trata de un mero hecho formal del establecimiento de la visión sino que
además, ésta disciplina, busca la necesidad de compartir dicha visión con todos
los miembros de la organización. De este modo todos deberían estar comprometidos
en una misma imagen del futuro de la organización, la misma que debe servir
para el uso de la tensión creativa como fuerza impulsora del desarrollo
organizacional.
El aprendizaje en equipo “es el proceso
de alinearse y de desarrollar la capacidad de un equipo para crear los
resultados que sus miembros realmente desean”. Se construye sobre la disciplina
de desarrollar una visión compartida,…sobre el dominio personal”. Se basa en el
dominio de la capacidad de diálogo y la discusión para el desarrollo de ideas y
conceptos comunes y pueda orientar al equipo a un acercamiento mayor a la
realidad, o sea a un mejor entendimiento de la mismo. Al mismo tiempo, el
aprendizaje en equipo pone en relevancia la práctica. La conexión entre el
aprendizaje y la práctica permite verificar la validez de los conceptos
construidos en el proceso de aprendizaje.
La quinta disciplina que es el
pensamiento sistémico es la disciplina integradora de las demás; sin el dominio
del pensamiento sistémico las demás disciplinas son declaraciones huecas y poco
relevantes, tal es el caso que en mucho de los casos se confunde el dominio
personal y los modelos mentales con auténticos procesos de mentalización que
sirven para solucionar problemas coyunturales y luego cesa el efecto volviendo
la organización a convivir con sus problemas cotidianos. Con esto Peter Senge
trata de hacer entender que los problemas de las organizaciones derivan de su
estructura sistémica y por lo tanto su entendimiento y solución están
estrechamente ligados a una concepción sistémica de dichos problemas.
2.3.5 EL QUINTO PARADIGAMA
Un paradigma se define como un modelo
que está en el límite de las aspiraciones de los líderes y que es capaz de
arrastrarles al más allá de la vida cotidiana que envuelve al común de la
gente, es la herramienta fundamental que posibilita la solución de los problemas sustanciales que impiden el éxito
de las personas y organizaciones.
Los paradigmas no se inventan, son
modelos que se construyen en el propio proceso del desarrollo de las
organizaciones. Las personas, en este proceso desarrollan una idea generalizada
de la forma suprema y global de solucionar sus dificultades, es decir,
construyen sus propios modelos que les sirve de soporte para avanzar hacia
delante de acuerdo con los recursos con que disponen. Modelos que por sus
características de expanden universalmente, mientras que en el mismo proceso se
va engendrando el nuevo modelo que reemplazará definitivamente al paradigma
anterior.
Sobre el particular, José Ramón
Betancourt Tang en su libro GESTION ESTRATÉGICA: NAVEGANDO HACIA EL CUARTO
PARADIGMA[10],
de un modo muy didáctico señala lo siguiente: “¿Por qué hablamos del Cuarto
Paradigma? Para saber el por qué, quisiera mencionar los cuatro paradigmas que
se han manejado en la historia de la Gerencia , en lo que respecta a estrategias
organizacionales.
1.) El primer paradigma lo hemos llamado ¡Dios quiera que...!. Este paradigma que invoca el Gran
Poder de Dios, estaba basado en el
deseo de que “ojala las cosas funcionen como
esperamos que funcionen”. Lo hemos llamado ¡Dios quiera que...!, debido a que era un modelo basado en simples deseos, pero sin acciones concretas que
llevaran a obtener los resultados. Se
esperaba que ocurrieran cosas como: ¡Dios quiera que alcancen los recursos!, ¡Dios quiera que no pase nada malo!, ¡Dios quiera no cambien las cosas!,
¡Dios quiera que todo salga bien!,
¡Dios quiera que la empresa sobreviva! En sus inicios, la mayoría de las organizaciones cuando todavía son organizaciones pequeñas, tal como ocurre
con muchos negocios familiares,
funcionan de acuerdo a este modelo aún en la
actualidad.
El deseo es que: “ojala que las cosas
funcionen de una manera adecuada y
ojala no tengamos que vernos en apuros”.
Por supuesto este es un paradigma que uno podría haber manejado muchos años atrás, cuando el mundo se movía muy despacio, pero hoy en día, una
empresa que trate de vivir dentro de
este modelo está condenada irremediablemente al fracaso. Este modelo del Gran Poder de Dios fue el que utilizaron los dinosaurios y ya hemos visto las
consecuencias.
2) El segundo paradigma, Planificación
Presupuestaria, basado en el
Poder del Dinero se inicia cuando las empresas comenzaron a organizar la Gestión Presupuestaria
de la organización. Esto establece
los primeros elementos de Planificación
Financiera. Este paradigma de la Planificación Presupuestaria dice
que, si establecemos con claridad el presupuesto
del próximo año, probablemente estemos mejor
preparados para controlar el flujo de los recursos materiales y financieros requeridos para lograr los
objetivos propuestos y por lo menos
allí vamos a tener control. Se piensa que controlando los recursos podemos controlar como se desarrolla la gestión de la organización. Aún hoy en día muchos
creen en el Poder del Dinero para
llevar adelante una gestión.
Este enfoque, basado en el orden en el
manejo de los recursos, no garantiza que estemos gastándolos en lo que hay que
gastarlos. Solamente se ordena el gasto, pero no se determina si el mismo
garantiza el cumplimiento de los objetivos organizacionales, ya que estos no
están determinados de manera global, sino en términos de objetivos individuales
de cada organización o departamento.
Nuestro problema no está en como gastar
o invertir los recursos, sino en saber cual es el “norte verdadero” que debe
seguir la organización. Pensar que basta
confiar en el Poder del Dinero y hacer una buena planificación presupuestaria
para mantenerse competitivos, es pensar que es suficiente con estar en buenas
condiciones físicas para ganar la
Maratón de Nueva York.
3) El
tercer paradigma comienza con los conceptos de Planificación Estratégica y representa el llamado Poder Central.
Este paradigma permite establecer estrategias adecuadas para enfrentar los
retos y dificultades que ofrece el entorno a corto, mediano y largo plazo. Aquí
aparecen los conceptos de plazo (corto, mediano y largo) y el concepto de
estrategia.
Durante la Planificación Estratégica
se comienza a realizar análisis del entorno y a concentrar el interés en áreas
determinadas de la organización. La Planificación Estratégica
es un proceso centralizado y a partir de ella se inicia un proceso de
Planificación Funcional que toma como lineamientos las estrategias establecidas
a través de los planes corporativos, a fin de desarrollar estrategias
particulares para cada una de las áreas funcionales del negocio.
El enfoque de Planificación Estratégica
es básicamente el que han venido manejando las Grandes Corporaciones durante
los últimos 20 ó 25 años y ha dado buenos resultados dentro de la situación
mundial existente. Pero los tiempos cambian y cambian las necesidades, por eso
era necesario entrar en un nuevo paradigma:
Muchos planes y pocos resultados
sugieren la presencia de una terrible burocracia intelectual que juega al
adivino y establece escenarios que la mayoría de las veces no sirven
absolutamente para nada. Durante muchos años estuvimos tratando de utilizar la Planificación para
predecir el futuro. Hoy en día debemos utilizarla para comprender la dinámica
de los Sistemas Organizacionales.
4) El
cuarto paradigma, Gestión Estratégica,
está basado en el Poder de la
Gente y establece que cada Gerente o Líder es quien debe
generar, dentro de su propia gestión, las estrategias anticipativas y
adaptativas requeridas para sobrevivir y ser competitivos a corto, mediano y
largo plazo. Aquí aparece una serie de conceptos nuevos que no estaban dentro de
los conceptos de la Planificación Estratégica tradicional.
El primero es que cuando se dice “cada
Gerente o Líder”, pareciera que estuviéramos hablando de fracciones. Sin
embargo, aún cuando la organización debe ser manejada como un equipo, las
estrategias de la misma son responsabilidad de cada Gerente. Ya no es un centro
de poder (Poder Central) el que establece los planes corporativos, sino que
ahora, existiendo una serie de lineamientos corporativos establecidos en
equipo, cada organización tiene la responsabilidad, dentro de su gestión, de
actuar estratégicamente para lograr los objetivos. Las estrategias deben
responder a la Visión
y la Misión de
la organización y deben ser desarrolladas en forma democrática y participativa.
Hay también algo nuevo cuando se habla
de estrategias anticipativas y adaptativas. Las estrategias adaptativas sirven
para responder a los cambios que se están dando actualmente en el entorno y que
son parte de nuestra realidad, pero las estrategias anticipativas sirven para ser
promotores del cambio y hacer que la competencia tenga que cambiar al ritmo que
impongamos nosotros. Este es un cambio que introduce el concepto de Gestión
Estratégica y lo llamaremos la Empresa Proactiva. Las estrategias adaptativas
nos permiten sobrevivir, pero las
estrategias anticipativas nos permiten ser competitivos.
Una organización que solamente está
reaccionando a los cambios del entorno apenas puede sobrevivir, pero, para ser
realmente competitiva, la organización tiene que realizar procesos de anticipación.
Es importante señalar que cada nuevo
paradigma no viene a sustituir al anterior, sino que se agrega a este. Es
decir, cuando surge el segundo paradigma, de la Planificación Financiera ,
al final del proceso la gente se sigue encomendando a Dios. Cuando aparece la Planificación Estratégica ,
después se sigue haciendo
Planificación Presupuestaria y
finalmente nos encomendamos al Señor. El Cuarto Paradigma de la Gestión Estratégica ,
involucra un proceso de Planificación Estratégica (modificado en su
estructura), que lleva después a la Planificación
Presupuestaria y al final seguimos encomendándonos a Dios
Todopoderoso…”
Es evidente el grado ilustrativo que tiene el
autor de esta extensa cita es grande,
razón por la cual he preferido copiarla íntegramente para sustentar la tesis
del quinto paradigma.
La gestión es un proceso de acopio de
recursos y la administración de los mismos para el logro de objetivos
previstos. Visto de esta manera, la gestión estratégica constituye un proceso
de acopio de recursos estratégicos y la administración de los mismos para el
logro de los objetivos estratégicos de la organización. Pero ¿Cuáles son esos recursos estratégicos?
El recurso estratégico fundamental hoy
en día es el conocimiento. Ese conocimiento que se encuentra almacenado en las
grandes bibliotecas del mundo y aquel conocimiento que se encuentra expandido
en todas partes a través de las redes virtuales al alcance cualquier ser humano
posible. Pero el conocimiento como recurso no es el problema en si debido a su
abundancia; el problema es la gestión del conocimiento y su administración para la producción de nuevas
tecnologías que permitan superar la velocidad de los cambios en el entorno
global, que permitan innovar y al mismo tiempo desarrollar el mismo
conocimiento.
El acelerado desarrollo del conocimiento y de
las tecnologías de la información y de las comunicaciones ha traído como
consecuencia un nuevo problema: no
existe cerebro humano capaz de descifrarlo, esto ha obligado a las
organizaciones a formar equipos de acopio y administración del conocimiento. Es
así como el propio avance de la tecnología de la información y las
comunicaciones no ha sido producto de
algún iluminado de la tierra que con su poder inventivo ha logrado tal
desarrollo. Esta tecnología es producto del trabajo en equipo y estos a sus ves
son la expresión original del desarrollo de la inteligencia colectiva.
La gestión estratégica ya no es
suficiente, el conocimiento esta a disposición de todos, ya no es necesario
gastar grandes esfuerzos para acopiar los conocimientos y administrarlos de
cualquier manera, el problema es gestionar y administrar eficientemente dichos conocimientos y frente
a ello el líder sabelotodo ya no es suficiente por que el volumen de
conocimientos sobrepasa su capacidad cerebral; hay que sumar cerebros y formar
quipos especializados, hay que desarrollar la inteligencia colectiva.
El quinto paradigma se relaciona con la
gestión de la inteligencia colectiva. Pero la inteligencia colectiva es el
resultado del surgimiento de un nuevo modelo estructural que le sirve de
soporte para su desarrollo. Ese modelo constituye algo que ya mucho se habla: los sistemas inteligentes.
El
quinto paradigma se refiere entonces a la gestión y
desarrollo de la inteligencia colectiva sobre la base de los
sistemas inteligentes que sirvan de soporte estructural de las
organizaciones del futuro
La gestión estratégica es una
herramienta para salvar al barco del naufragio en un mar lleno de tormentas, en
la que el capitán de la nave pone lo mejor de su ingenio para salir del
peligro. Las organizaciones de hoy están sumergidas en medio de ese mar lleno
de tormentas que les impone la globalización con su elevada tasa de cambios y
por lo tanta están obligadas ha hacer uso de la gestión de los recursos
estratégicos; pero aún así seguimos con el dicho “Dios quiera que…” debido a
que la administración de los recursos estratégicos es aún ineficiente a causa
de que la estructura organizacional aún
sigue segmentada y sus procesos internos también siguen segmentados.
Las organizaciones del futuro tienen
que ser organizaciones inteligentes sustentadas sobre estructuras totalmente
integradas en tiempo real, tienen que ser organizaciones globales, veloces y altamente eficientes. Esto solo es
posible con organizaciones construidas con un soporte estructural inteligente,
es decir, sobre la base de los sistemas
inteligentes, materializado en la gestión estratégica de los recursos humanos
orientados hacia el desarrollo del pensamiento sistémico como soporte básico de
la inteligencia colectiva.
2.3.6 Principios Generales
Materia y conciencia. La
relación entre estos conceptos es un tema controversial para psicólogos y
filósofos. “A sabiendas – señala Alberto Meraní- los psicólogos se mueven entre
la línea divisoria entre lo natural y lo sobrenatural. Si parten de la
experiencia, si ahondan en el camino de la experimentación, llegan a un punto
en el cual preguntarse cómo se
desarrolla el fenómeno no explica porqué
se desarrolla; si arrancan de datos subjetivos la deducción se quiebra frente al cómo se ligan los fenómenos
con la forma del objeto”. Mas adelante señala: “El fenómeno universal de cuya
consideración no se libera ningún saber, ni siquiera el matemático por formal
que se le considere, es el de la materia. Su consideración está planteada desde
los orígenes del pensamiento conceptual, y a través de la filosofía y de la
ciencia ha terminado por integrarse con la noción de objeto, la finalidad
externa del conocimiento humano. Si la materia es universal también lo es el
pensamiento que lo conoce, y este, por el mismo camino de aquella, terminó por
identificarse con el sujeto, ser cognoscente por autonomía, que en posición
singular es materia y conoce de la
materia, revelando su conocimiento por medio de actitudes mentales que
constituyen la conciencia. De esta manera materia y conciencia se revelan como
datos primarios, universales del fenómeno psíquico que en todos sus niveles,
del reflejo al pensamiento conceptual, se manifiesta como una expresión de uno
y otro fenómeno, o de ambos a la vez.”[11]
Desde el punto de vista psicoanalítico
el problema se plantea de la siguiente manera: “La vivencia de realidad no se
puede derivar, sino descubrir sólo indirectamente, como un fenómeno originario
comprendiendo los siguientes factores:
1) Real es lo que percibimos
corporalmente; a diferencia de nuestras representaciones, las percepciones
tienen una realidad que no está en la sensación del ojo o del oído, sino en el
modo de lo sentido, algo originario inderivable, la realidad sensorial
(normalmente en conexión con excitaciones del mundo exterior).
2) La realidad está en la conciencia
del ser como tal; incluso cuando percibimos corporalmente puede faltarnos la
conciencia de realidad. Tiene que haber una experiencia originaria de la
realidad y fue llamada por Janet “fonction du reel”.
3) Real es lo que ofrece resistencia.
Alcanzar un objetivo contra la resistencia significa “experiencia de realidad”,
“por eso toda vivencia de realidad tiene
su raíz en la práctica. Pero, lo que en la práctica es realidad es
constantemente un significar de las cosas, procesos, situaciones. En la
significación puedo captar la realidad”, “las cosas con que cuento
prácticamente, ante las cuales me comprometo en todo instante, en lo que creo
como algo que existe”.
“De la vivencia o certidumbre directa
de realidad hay que distinguir el juicio de realidad, que surge de la
elaboración ideal de las experiencias directas. Éstas son probadas
sucesivamente y como real vale sólo lo que mantiene la prueba y se confirma con
ella, sólo lo que es accesible al saber común idéntico y no es sólo
subjetivamente privado.”[12]
La diferenciación clara de estos
conceptos es la base del desarrollo del pensamiento sistémico por lo que su
entendimiento se hace imprescindible para la construcción de las organizaciones
inteligentes.
2.3.6.1 Conciencia normal de realidad La
conciencia es un sistema perfectamente estructurado y organizado que tiene como
objetivo central el proceso de abstracción
de la realidad para orientar los procesos de transformación internos y
externos de los sistemas inteligentes; por lo tanto, la conciencia como sistema
esta constituido por cuatro elementos fundamentales: el sistema de percepción o
captación de la información externa e interna, el sistema de almacenamiento de
la información (memoria) y el sistema de procesamiento de la información
(pensamiento) y el sistema de motricidad que facilita los procesos de
realimentación permanente de comprobación de la aproximación entre la imagen
percibida y la realidad.
Los cuatro
elementos básicos de la conciencia están unidos en una estructura totalmente
integrada que les permite una interrelación permanente en tiempo real interna y
externamente. De este modo, la conciencia se convierte en un fenómeno global
que orienta la motilidad de los sistemas inteligentes dando origen a un
elemento de diferenciación trascendente respecto de los sistemas espontáneos.
En la conciencia
se encuentran diferenciados tres niveles fundamentales: el nivel global, el
nivel afectivo y el nivel cognitivo.
JUAN MARCONI,
propone la siguiente ordenación de la conciencia de la realidad: “
1) Existe una
conciencia total de realidad…, que incluye, en una estructura telescópica, la
conciencia afectiva de realidad, y ésta a su vez, a la conciencia cognitiva de
realidad. El carácter total de la conciencia de realidad en un individuo se
traduce en un comportamiento también total, masivo, ante la experiencia: las
percepciones, los afectos, la motricidad, los pensamientos o juicios, etc.,
todos están impregnados de divides dramática. La conciencia total de realidad (lo que mas adelante llamaremos concepción del mundo) es
escenográfica, se da en un ámbito integrado, indivisible, y, a partir de la
experiencia visual de realidad, ordena en su torno todas las demás
manifestaciones conductuales.
2) Dentro de la
conciencia total de realidad se diferencia, normalmente, la conciencia afectiva de realidad,… Ella implica, necesariamente,
un ordenamiento de la experiencia de realidad en torno a los afectos, a su
intensidad y curso. Comanda, desde este punto de partida, un ámbito menor de
actos conductuales que la conciencia total de realidad; la motilidad, los
juicios, algunas percepciones aisladas atingentes al tono afectivo, son arrastradas
por la conciencia afectiva de realidad. Ella es privada, subjetiva.
3) A su vez,
dentro de la conciencia afectiva de realidad se puede separar, en el normal, la conciencia cognitiva de realidad,…
Ella se nutre de juicios analíticos, racionales, confirmados repetidamente. La
conciencia cognitiva de realidad normal es compartida por el individuo con los
miembros de su grupo cultural, se pone a prueba constantemente en busca de
confirmación. Desde esta estructura racional, el ámbito conductual comandado
por ella es mucho más reducido que lo señalado para la conciencia total o
afectiva de realidad. Los juicios son los que, predominantemente, se ordenan en
torno a la conciencia cognitiva de realidad, las percepciones aisladas, y el
valor semántico del lenguaje.”[13]
Esquemáticamente
se observa lo siguiente:
Fig. 01: Niveles
de la conciencia sistémica
En este esquema
se observa que la prueba de realidad (“La prueba de realidad trata de la
corroboración de la experiencia…, o de un momento a otro…. La tarea central de
la prueba de realidad es determinar los diversos contextos en los cuales las
diferentes experiencias puedan considerarse reales”[14]) acciona como un elemento
de realimentación sobre la conciencia cognitiva propiciando de este modo el
desarrollo de la conciencia global y afectiva, del mismo modo como lo hace el
proceso de interacción con el entorno.
2.3.6.2 Concepción del mundo La
permanente interacción del ser humano con el medio y el desarrollo del
conocimiento científico van formando constantemente en nuestras mentes una idea
global de la configuración del mundo. De este modo, la concepción del mundo se
configura como un reflejo objetivo de la naturaleza y el universo en sus estados concreto y tendencialmente
posible y en forma global, ubicándose como soporte estructural del pensamiento.
La concepción del
mundo define los límites de nuestro entendimiento de la realidad. Si esta
concepción se sustenta en el predominio de la idea absoluta que se convierte en
realidad, nuestro marco de entendimiento será obviamente subjetivo, idealista o
metafísico. Si nuestra concepción del mundo es el reflejo objetivo de la
realidad fortalecido por el desarrollo del conocimiento científico nuestros
límites de entendimiento serán más profundos y certeros. En ambos casos el
rumbo que se tome depende exclusivamente de la orientación filosófica que uno
adopte.
La concepción del
mundo está estrechamente ligada con los
modelos mentales, son un conjunto de creencias o ideas prefijadas en la mente
humana que subyacen a su modo de pensar. Cuando estos modelos se construyen
carentes de objetividad, entran en
permanente contradicción con la realidad.
2.3.5.3 Orientación filosófica. La
filosofía es un concepto de carácter cognitivo relacionado con el devenir de
los procesos naturales. La filosofía, en su proceso cognitivo de dichos
fenómenos debe responder constantemente a las siguientes interrogantes: ¿Qué
(es) somos?, ¿Cómo (es) somos?, ¿De donde (vienen) venimos? Y ¿Hacia donde
(van) vamos?; en síntesis, la filosofía
es el proceso cognitivo de la naturaleza que trata de reflejar en la
conciencia humana la naturaleza de las cosas en su proceso de evolución,
tendencialmente posible, sustentado sobre la base del conocimiento de su estado
actual y su devenir histórico.
El dilema entre
el ser y el pensar ha sido siempre el problema cardinal de la filosofía. Según
la posición que adopten los filósofos, estos se han dividido en dos campos:
idealistas y materialistas. Los filósofos idealistas que han devenido en la
historia del conocimiento filosófico en una especie variopinta, cambiando de
postura constantemente desde el idealismo puro, la metafísica, el subjetivismo,
positivismo, mecanicismo, entre otros; han construido su esquema filosófico
sobre la base del predominio del espíritu sobre la materia y que los fenómenos
materiales son hechos aislados que dependen de la voluntad de alguien superior
o que son construidos a partir de la materialización de la idea absoluta.
Para los efectos
de la presente investigación optamos por una clara posición materialista en el
campo de la filosofía, considerando a demás que esta, o sea la filosofía, es el
reflejo de la posibilidad objetiva del desarrollo de los fenómenos materiales
en su estado tendencialmente posible, de este modo, la filosofía se convierte
en una fase del desarrollo del conocimiento orientador del proceso de
desarrollo del conocimiento científico.
La filosofía
como forma del conocimiento humano,
busca explicar la existencia del mundo en su estado tendencialmente posible
sobre la base del conocimiento de su estado concreto y su devenir histórico. De
este modo cuando los clásicos de la filosofía
idealista señalan en la famosa frase “pienso y luego existo” quieren
decir en otras palabras que la tendencia de los fenómenos materiales precede al
pensamiento. De este modo el pensamiento existió desde épocas remotas
precediendo la existencia de los fenómenos materiales y que finalmente estos
son un producto de la materialización de la idea absoluta (filosofía
idealista).
Por otro lado,
asumiendo que los estados tendencialmente posibles de desarrollo de los
fenómenos materiales son hechos que obedecen al propio proceso de evolución de
la materia, la filosofía materialista trata de explicar la existencia de dichos
fenómenos sustentado sobre la base de los siguientes principios: la objetividad
de los procesos materiales, su existencia dialéctica y su estructuración
sistémica, cuyo reflejo en la conciencia constituye la concepción materialista
del mundo.
2.3.6.4 Principio de la objetividad de los fenómenos
materiales. Este principio se basa en el
reconocimiento objetivo de la existencia de los fenómenos materiales, reflejada
por nuestros sentidos, que a través del desarrollo del conocimiento forma el soporte estructural de la conciencia.
La importancia de
este principio radica en la necesidad de anteponer la objetividad de los
procesos materiales a los modelos mentales o métodos subjetivos de estudio de dichos fenómenos. Es común observar en el
terreno de la investigación el predominio de los “métodos” en el análisis de ciertos fenómenos forzando
los resultados a conclusiones subjetivas. Los métodos deben constituirse en
procedimientos de aproximación entre la interpretación de la realidad y la
realidad misma y no al revés adaptar la realidad a los métodos muchas veces
subjetivos para dar una interpretación de la misma.
2.3.5.5 El principio de la existencia dialéctica de la
materia. Este principio se basa en el
reconocimiento de la dialéctica como un modo fundamental y único de existencia
de la materia, es decir, que la materia existe dialécticamente, en constante
movimiento y cambio, de naturaleza fundamentalmente contradictoria.
La observación
directa de los fenómenos materiales nos indica que la complejidad del mundo se
reduce a una cadena de ceros y unos, positivo o negativo, verdadero o falso,
abierto o cerrado. El átomo por ejemplo es una estructura de cargas positivas y
negativas, aun que la ciencia señala la presencia de partículas neutras, estoy
en condición de señalar que estas partículas son estructuras equilibradas de
carga eléctrica positiva y negativa.
Así mismo, el
modo dialéctico de existencia de la materia indica que en los cambios
permanentes de los fenómenos materiales se observan que los cambios
cuantitativos conducen inevitablemente a cambios cualitativos, fenómeno que es
poco observado por las organizaciones en desarrollo que muchas veces llegan a
quebrar como consecuencia de las crisis producidas por los límites de crecimiento.
Así mismo se observan procesos que implican la auto negación del ser conocido
como el fenómeno de la negación de la negación como requisito indispensable del
proceso de evolución de la materia.
2.3.6.6 El principio de la estructuración sistémica de la
materia. Este principio se basa en el
reconocimiento de los sistemas como un modo fundamental y único de
estructuración y organización de la materia en función de los procesos
fundamentales que realiza.
Mientras que la
dialéctica implica un proceso permanente de movimiento y cambio de la materia
causando un crecimiento entrópico permanente del universo, en el lado opuesto
surgen los sistemas como estructuración y organización fundamentales de la
materia, orientado a contrapesar el caos con el orden en la búsqueda permanente
de estados de equilibrio. Desde el átomo hasta las estructuras mas complejas de
la materia podemos observar una cadena interminable de sistemas, es decir, de
elementos que interactúan cumpliendo funciones específicas generando cadenas
físicas que constituyen finalmente las estructuras sistémicas elementales,
hasta sistemas complejos que se comportan como elementos de otros sistemas mas
complejos aún y que interactúan para formar cadenas físicas igualmente
complejas para dar origen a sistemas cada vez más autónomos de los procesos
aleatorios que limitan su evolución. Se trata en este caso de la evolución de
los sistemas inteligentes. Estos principios son hechos que se deducen de la
observación directa de los procesos materiales y por lo tanto no requieren de
un proceso demostrativo rígido; sin embargo cabe señalar, que para entender los
principios tal y como están señalados, ha sido necesario previamente definir
una orientación en el terreno filosófico e incluso dar una redefinición de este
trascendental campo del conocimiento científico.
2.3.6.7 La función y la estructura dependen de los procesos.
La función está relacionada con las actividades
especializadas que realizan los subsistemas para el logro de los objetivos del
sistema. Dichas actividades se realizan sobre los recursos del sistema, en
forma secuencial de acuerdo al flujo que siguen los diferentes procesos del
sistema.
La estructura
sistémica es el espacio físico y/o la cadena física generada por la interacción
de los elementos del sistema. La interacción, por otro lado, es la forma como
se relacionan dichos elementos en cumplimiento de sus funciones para el logro
de los objetivos generales del sistema[15]. Entendiéndose en este
caso “interacción” el flujo de relaciones entre las distintas funciones
atribuidas a los subsistemas y definidas por el proceso principal y los
subprocesos del sistema.
De este modo, los
procesos son los que definen las funciones y estas a su vez configuran la
estructura del sistema. Tal como observamos en el siguiente grafico:
Fig. 02:
interrelación PROCESO-FUNCIONES-ESTRUCTURA
En los sistemas
inteligentes, la estructura es global y totalmente integrada en tiempo real por
canales de información y realimentación permanentes y alcanza un tamaño óptimo
debido a que las funciones de los elementos del sistema son exclusivas únicas,
especializadas y ordenadas de acuerdo con el requerimiento de los procesos que
realiza el sistema.
En el grafico
siguiente observamos la configuración de la conciencia sistémica de acuerdo a
los requerimientos de los procesos que realiza el sistema en un entorno de
flujos logístico y de información permanentes e integrados que son las
características fundamentales de los sistemas inteligentes.
FIG. 03: Estructuración
de la conciencia sistémica en función de los procesos
A manera de
conclusión señalaremos que no puede haber conciencia sistémica si es que los
procesos internos y externos no están bien definidos.
2.4 LA TEORÍA GENERAL DE
LOS SISTEMAS
2.4.1 El significado de la teoría general de los sistemas. Para
Ludwig Von Bertalanffy, la teoría general de los sistemas tiene una importancia
vital, “Es necesario estudiar no solo las partes o procesos aislados- señala-,
sino también hallar los problemas decisivos hallados en la organización y el
orden que los unifican, resultantes de la integración dinámica de partes y que
hacen el diferente comportamiento de
estas cuando se estudian aisladas o dentro del todo. … Este paralelismo de principios cognoscitivos
generales en diferentes campos es aun
más importante cuando se tiene en cuenta que se dieron
independientemente, sin que casi nunca interviniera nada de la labor e
indagación en campos aparte.”
“Podemos muy bien buscar principios aplicables a
sistemas en general, sin importar que sean de naturaleza física, biológica o
sociológica... si planteamos esto y definimos bien el sistema, hallaremos que existen modelos,
principios y leyes que se aplican a sistemas generalizados, sin importar su
particular género, elementos y <<fuerzas>> participantes.”…
Conceptos, modelos y leyes parecidos surgen una y otra vez en campos muy
diversos, independientemente y fundándose en hechos del todo distintos.”[16]
Podemos observar
cómo Bertalanffy intuye en la generalidad de los sistemas en el universo, aun
que no lo señala expresamente deja abierta la posibilidad de afirmar que el
universo en sus partes y en su totalidad están estructurados y organizados
sistémicamente, de allí la ciencia no importándole el ángulo por donde lo mire
siempre encontrará una estructura y organización universal que obedecen a las
mismas leyes.
Mas adelante
señala ” se diría, entonces, que una teoría general de los sistemas sería un
instrumento útil al dar, por una parte, modelos utilizables y transferibles
entre diferentes campos, y evitar, por otra parte, vagas analogías que a menudo
han perjudicado el progreso de dichos campos. … “De esta manera, un problema
fundamental planteado a la ciencia moderna es una teoría general de la
organización. La teoría general de los sistemas es capaz en principio de dar
definiciones exactas en semejantes conceptos y, en casos apropiados, de
someterlos análisis cuantitativos.”[17] Esto corrobora una vez
más nuestro postulado de la universalidad de los sistemas, sin embargo, hay que
precisar que aquí Bertalanffy usa el término organización obviando la
estructura de los sistemas, no se si para él dicho termino es tácito en el
concepto de organización, que al parecer así lo es, sin embargo para mí, es
imprescindible la necesidad de diferenciar estos dos conceptos para comprender
mejor el concepto de sistema.
2.4.2 Un nuevo enfoque de la Teoría General de
Sistemas. El concepto de Sistemas, predominante
hoy en día y expandido por casi todas las ramas del conocimiento científico,
parte del enunciado de la
Teoría General de los Sistemas expuesta por Ludwig V.
Bertalanffy, este concepto a lo largo del tiempo se ha mantenido inalterable y
todos los postulados y análisis de los sistemas parten de lo mismo. Veamos
hasta que punto esto es conveniente o no para el desarrollo posterior del
conocimiento científico.
Bertalanffy señala: “…la Teoría General de
los Sistemas, en el sentido mas estricto (G.S.T. en ingles), que procura
derivar, partiendo de una definición general de “sistemas” como complejo de
componentes interactuantes, conceptos característicos de totalidades
organizadas, tales como interacción,
suma, mecanización, centralización, competencia, finalidad, etc., y aplicarlos
entonces a fenómenos concretos.”[18] ; es decir un compendio
de las principales propiedades de los sistemas, que admitimos, son
características o propiedades fundamentales.
Seguidamente
indica, “… la Teoría
General de los Sistemas habría de tener naturaleza
axiomática; esto es, a partir de una noción de “sistema” y un conjunto adecuado
de axiomas se deducirán proporciones que expresan propiedades y principios de
sistemas”[19].
Bertalanffy, además demuestra con su dominio de las matemáticas avanzadas la
naturaleza axiomática de dicha teoría.
En otro párrafo
de su exposición señala; “Un sistema
puede ser definido como un complejo de elementos interactuantes. La
interacción significa que el elemento, p, está en relación con, R, de suerte que el comportamiento de un
elemento p en R es diferente de su comportamiento en otra relación R’. Si los comportamientos en R y
R’ no difieren, no hay interacción y los
elementos se comportan independientemente con respecto a las relaciones R y
R’.”[20]
Interrelaciones y
propiedades son el conjunto de elementos que emplea Bertalanffy para definir
los sistemas, que dígase de paso admitimos como correctos; sin embargo, para mi
esta definición adolece de algo sustancial para expandir el concepto de los
sistemas.
Partiendo del
tercer principio definido anteriormente para sustentar el presente proyecto,
“los sistemas
constituyen el modo fundamental y único de estructuración y organización de la
materia con el objetivo de regular el intercambio de materia y energía entre
las partículas elementales de la materia orientados hacia estados de mayor
complejización, los sistemas no solo deben definirse por sus funciones,
interrelaciones o propiedades, es como decir “el hombre es aquel que come,
duerme, camina o trabaja, etc. ¿Como? No se sabe, si nos ceñimos estrictamente
a tal definición; es necesario además de indicar las funciones, interrelaciones
y demás propiedades, indicar su estructura y organización interna.
Podemos afirmar
entonces, que los sistemas son
estructuras organizacionales y funcionales de elementos que interactúan para
cumplir un objetivo, presentando para tal fin las siguientes propiedades:
globalismo y totalidad, suma, mecanización, centralización, competencia,
finalidad, etc.
Para ver si
estamos claros en esta definición no preguntamos ahora; ¿Que es una estructura
sistémica? La Estructura Sistémica es el espacio físico y la cadena física
generada por los elementos, funciones e interrelaciones de los elementos del
sistema, con lo cual negamos la existencia de sistemas sin estructura capaz
de soportar las interrelaciones de sus elementos y que es responsable a la vez
del comportamiento de los mismos.
Entender la
estructura sistémica es fundamental para acabar con la vieja polémica de
sistemas abiertos o sistemas cerrados que no hacen más que confundir los
linderos de los sistemas y justificar la estrechez mental para comprender la
complejidad de los sistemas altamente evolucionados llamados inteligentes.
Finalmente, para
completar el concepto de sistemas debo precisar sobre el concepto de
Organización Sistémica. La Organización Sistémica Es la distribución de funciones en interdependientes de acuerdo a
los requerimientos de los procesos que desarrolla el sistema, orientados hacia
la optimización de las tareas y hacia el logro de sus objetivos generales,
entendiendo como elementos del sistema, no a cada componente del sistema que en
unos casos pueden ser unidades individuales, sino, como subsistemas a la ves
estructurados y organizados que cumplen funciones y objetivos relacionados con
el objetivo general del sistema.
La estructura y la organización de los sistemas son
propiedades inherentes e indesligables de los sistemas. La organización es el
comportamiento de los elementos del sistema, lo que llamamos conducta sistémica
que engloba las actividades derivadas de las funciones de los elementos del
sistema y sus interrelaciones, ésta a su vez, genera una cadena física o un
espacio físico denominado estructura. Una vez configurada la estructura, esta a
su vez fija los patrones de conducta de los elementos del sistema.
Sobre el
particular Bertalanffy señala: “Es necesario estudiar no solo las partes y procesos aislados, sino
también resolver los problemas decisivos hallados en la organización y el orden
que los unifican, resultantes de la interacción dinámica de las partes y que
hacen el diferente comportamiento de estas cuando se estudian aislados o dentro
del todo”[21];
es que precisamente, el estudio de los problemas decisivos hallados en la
organización de los sistemas nos conduce indefectiblemente al estudio de su
estructura.
Veamos el
siguiente ejemplo. Tomando al átomo como un sistema elemental de la materia,
sabemos hoy en día que dicho átomo está compuesto por alrededor de 30
partículas diferentes, sin embargo solo se ha podido determinar el
comportamiento de unas cuantas partículas, electrones en este caso girando
alrededor del núcleo, cuya posición es indeterminada de acuerdo al principio de
la incertidumbre de Heisemberg que nos señala que solo existe la probabilidad
de encontrar un electrón en una órbita determinada. Aquí observamos que las
funciones de las partículas definen la organización del sistema y que la
interacción de las mismas determina el espacio físico del sistema es decir, su
estructura y esta a su vez limita el comportamiento y las funciones de los elementos
del sistema. De esta forma ya podríamos imaginarnos cual debería ser el
comportamiento y las interrelaciones de los demás elementos de éste sistema
elemental de la materia.
Tomando el
ejemplo del llenado de un vaso con agua que hace referencia Peter Senge.[22] El sistema está compuesto
por un subsistema inteligente con capacidad de autorregulación a través de un
sistema de reflejos (neuroreseptores y neurotransmisores) y
mecanismos de accionamiento que permiten controlar la apertura de la válvula, el nivel de
llenado y el cierre de la válvula; así mismo tenemos como elemento del sistema
el subsistema de abastecimiento de agua a red de abastecimiento. Este
subsistema esta estructurado de tal forma que facilita el control de la válvula
en función del nivel de llenado del vaso. La cadena física generada por la
interacción de estos dos subsistemas fundamentales se muestra en el gráfico.
Fig. 04: Sistema
de llenado de un vaso de agua.
Obviamente, este
es un sistema simple y funcional para repetir el procedimiento de llenado
cuantas veces sea necesario. Sin embargo nos preguntamos: ¿Qué pasaría si la
válvula de control de llenado no esta al alcance de la persona que llena el
vaso? Digamos a unos metros de distancia. Este hecho hará que el comportamiento
de la persona encargada de llenar el vaso sea diferente ya que la estructura
del sistema también es diferente. Con esto se demuestra que los patrones de
conducta de los elementos del sistema están determinados por la estructura del
sistema.
2.5 SISTEMAS ESPONTÁNEOS
El modo
fundamental de existencia de la materia, es decir, la dialéctica de los
procesos materiales conduce a un proceso universal y permanente de evolución de
sus niveles de estructuración y organización.
“En los estados
moleculares, la evolución aparece como una tendencia que va de lo desordenado a
lo ordenado; ya la combinación de dos
átomos es una “estructura”, una
complejización: el comienzo de la actividad negantrópica. Morand (cita el
autor) afirma que desde el principio esta actividad debe presentar aspecto
doble; por una parte, el punto de vista
de la masa: la complejización de las estructuras espaciales ofrece seres
físicos cada vez mejor estructurados; por otra, el punto de vista energético:
la complejización de las fuerzas crea un espacio cada vez más orientado.
En lo físico se crean seres que evolutivamente progresan en un plano de disimetría
gradualmente más elevado –la estructura simétrica es el orden perfecto, la
estabilidad del mineral cristalizado, el límite de toda evolución- , En lo
energético, las fuerzas nacen de la disimetría estructural y por lo mismo son
actuantes: el equilibrio de fuerzas representa el 0 de cualquier actividad, el
orden entrópico. En la materia inorgánica, como en las actividades menos
organizadas de los seres vivos, los cambios representan el azar; los
movimientos brownianos de las moléculas gaseosas y los brownoides de una mosca
desplazándose en un cielo raso –o de un taxi circulando en la gran ciudad- son
aleatorios, pueden ser reducidos a la misma expresión matemática por la ley del
gran número. La complejización, por el contrario, elimina el azar por que introduce el orden”[23].
“Para que la
materia escape en sus cambios al azar debe complejizarse (evolucionar estructural y orgánicamente).
La complejización significa, lo vimos, introducir un orden en el desorden de
los elementos de la materia menos compleja. Este orden anula la producción
autónoma de energía, al fenómeno vida, si no hay un contacto continuo entre esa
materia singularmente ordenada y materia menos ordenada.”[24]
La transformación
permanente de la materia como resultado de su modo fundamental de existencia
lleva implícito la estructuración
organizacional sistémica de la misma. La estructura atómica es un ejemplo de
sistema elemental de estructuración de la materia. Las cargas positivas y
negativas se ordenan en función de
niveles energéticos y en orbitas con la finalidad de establecer el equilibrio
energético. El desequilibrio energético obliga a este sistema elemental a
compartir partículas energizadas con otras estructuras atómicas y así se forman
las moléculas, y estas a su vez conforman sistemas más complejos llamados
sustancias o cuerpos; el objetivo final es establecer el equilibrio energético
interno, absorbiendo materia y energía del entorno. Absorción que se realiza a
través de una transferencia de energía y masa al mismo tiempo y en forma
indesligable como parte del proceso fundamental de la materia.
Estos tipos de
sistemas a los cuales llamaremos sistemas espontáneos, tienen como
característica fundamental su tendencia
hacia estados estables de más bajo nivel energético, para de este modo mantener
su estructura uniforme en el tiempo, sin
embargo, los desequilibrios energéticos del entorno terminan por imponerse y
finalmente acaban por romper el equilibrio interno conduciendo a la destrucción
del sistema.
“… La teoría evolucionista, según la cual todo
se desarrolla o evoluciona hasta alcanzar formas cada vez más adaptadas a su
entorno. Igualmente aceptaremos el principio que afirma que todos los cuerpos tienden a lograr la configuración
que posea la menor energía posible, lo que se traduce en la tendencia a
conseguir la adaptación mas perfecta al medio, ya sea se trate de los seres vivos
o de la materia inerte, a ocupar las menores alturas posibles, a efectuar la
menor cantidad de movimiento, etcétera. Asimismo adoptaremos la teoría de que
las formas existentes en la
Naturaleza son precisamente aquellas que, teniendo en cuenta
todas las posibilidades, tiene una mayor probabilidad de existir…”[25]
Los sistemas
espontáneos son estructuras organizacionales de la materia que dependen
estrictamente del azar y su función principal es su adaptación a los espacios y
formas que le proporciona la naturaleza, en sus estados más estables y con el
menor costo de energía.
“La Teoría de la complejidad no
organizada –señala Bertalanffy-se arraiga a fin de cuentas en las leyes del
azar y la probabilidad y en la segunda ley de la Termodinámica. En
contraste, hoy el problema fundamental es la complejidad organizada. Conceptos
como los de organización, totalidad, directividad, teleología y diferenciación
son ajenos a la física habitual… De esta manera, el problema fundamental
planteado a la ciencia moderna es una teoría general de organización. La Teoría General de los Sistemas es capaz en
principio de dar definiciones exactas de semejantes conceptos y, en casos
apropiados, someterlos a análisis cuantitativos.”[26]. Cabe indicar en es te
caso que a la “complejidad no organizada” a la que se refiere Bertalanffy son a
la vez sistemas espontáneos “flotantes” con desequilibrios energéticos
generados por el espacio físico que ocupan y la interacción entre ellos,
generando de este modo el incremento entrópico del universo. Es por ello que la
interacción de los sistemas espontáneos está sujeta a las leyes del azar, la
probabilidad y la Segunda
ley de la
Termodinámica. El más alto grado de desorden se observan
en comportamiento de un gas, las
moléculas del gas son sistemas cuyo desequilibrio energético interno les
permite movimientos al azar y en forma
totalmente caótica alterando constantemente el espacio físico que ocupan y el equilibrio del entorno.
El equilibrio
relativo de los sistemas espontáneos es generalmente “ideal”, tal como
señalamos líneas arriba, la interacción de los sistemas que conforman el
universo, de acuerdo con su modo dialéctico de existencia, rompe
permanentemente tal equilibrio, obligando a dichos sistemas a un proceso de
formación y destrucción constantes. Como ejemplo tenemos las inmensas rocas que
conforman las distintas placas tectónicas del globo terrestre, estas placas,
estructuralmente han logrado el equilibrio interno durante su formación
geológica y un aparente equilibrio en el tiempo; sin embargo, la gran masa de
dichas placas origina una enorme cantidad de energía potencial que hace
inestable su ubicación en el espacio, produciendo un desplazamiento constante y
generando catástrofes incontrolables y alteraciones graves del entorno. Por más
estable que parezca un sistema espontáneo debido a su estado de equilibrio
energético interno, este en el tiempo tarde o temprano será transformado
irreversiblemente dando paso a nuevas estructuras.
La formación de
los sistemas espontáneos obedece a un proceso de transferencia de energía a través
de procesos irreversibles de sistemas inestables a sistemas más estables con la
finalidad de buscar estados de más bajo nivel energético conduciendo a la
naturaleza hacia un mundo inanimado e impotente frente a los estados de
autodestrucción permanentes. Este devenir de los sistemas espontáneos, trae
como consecuencia la formación de sistemas capaces de convivir con el
desequilibrio y la inestabilidad, sin perder de vista al equilibrio como
objetivo general del sistema.
El proceso
principal de los sistemas espontáneos es el balance energético con el objetivo de establecer el
equilibrio interno.
2.5.1 Sistemas anacrónicos o incongruentes. Los
sistemas anacrónicos son sistemas
con estructuras incongruentes o
anacrónicas. La incongruencia se manifiesta entre los procesos y la estructura
que determinan funciones deficientes. Esta incongruencia se debe a la falta de
definición de los procesos que
desarrolla el sistema y que desencadenan en estructuras anacrónicas.
Los sistemas
anacrónicos son básicamente organizaciones sociales en los cuales el conflicto
entre la estructura y la organización es permanente. Los patrones de conducta
derivados de estructuras acrónicas se encuentran en permanente contradicción
con los objetivos del sistema, esto es debido a que las estructuras son
construidas a la medida de las necesidades de los miembros de la organización y
no en función de los procesos y
objetivos fundamentales del sistema; en este caso, la conciencia del deseo
se impone sobre la racionalidad y crea estructuras a la medida de dichos deseos
dando como resultado un conflicto permanente con el entorno. De este modo los
sistemas anacrónicos suelen tener una disfunción estructural[27] respecto a los objetivos generales del sistema en
forma permanente que ocasiona estados de mediocridad funcional desde el punto
de vista organizacional. El empoderamiento informal, que consiste en la
formación de grupos informales para el logro del control del sistema, es una
característica propia de los sistemas anacrónicos. La mediocridad y el
empoderamiento informal se realimentan de la disfunción estructural
garantizando la vigencia de los grupos informales en el tiempo.
Los sistemas
anacrónicos surgen del proceso de interacción de los seres humanos con su
entorno, siempre que dicha interacción este orientado bajo el predominio de lo
subjetivo sobre la realidad objetiva, es decir, del predominio de la conciencia
sobre la materia.
2.5.2 Sistemas inteligentes. Un
sistema inteligente es un sistema con conciencia, estructura y organización de
alta integración y sensibilidad que le permite responder adecuada y
oportunamente frente a las interacciones del entorno y se sustenta bajo el
principio del rendimiento óptimo de sus elementos.
Los sistemas
inteligentes son sistemas que tienen la capacidad de reflejar, a través de
censores incorporados (neuroreseptores y neurotransmisores), los estímulos del
medio ambiente, almacenar la información, realizar funciones lógicas y responder de manera predeterminada ante dicho
estímulo en forma rápida y apropiada y regresar a su estado original una vez
que cesa el estimulo.
La inteligencia
en los sistemas inteligentes consiste además en la capacidad que poseen dichos
sistemas de enfrentar con éxito los problemas derivados de lo desconocido o de
la complejidad, dando origen a través de ello al desarrollo de su capacidad de
transformación de su entorno.
El objetivo
principal de los sistemas inteligentes es la conservación de la estructura y
los niveles de organización logrados por la materia en un proceso largo de
evolución y adaptación permanente al entorno frente al impacto destructivo
producido por incremento de la entropía del universo. De este modo la
conservación de la estructura
fundamental del sistema se convierte en un principio fundamental de los
sistemas inteligentes, empero, ha diferencia de los sistemas espontáneos que
desarrollan su estructura tendiendo hacia niveles cada vez mas estables
energéticamente hablando, los sistemas inteligentes mantienen su estructura
fundamental adaptándose constantemente a los desequilibrios internos y externos
y generando su propia energía de compensación de estos desequilibrios.
Los sistemas
inteligentes surgen como consecuencia directa del grado de complejización
estructural y funcional de los fenómenos materiales cuya característica
fundamental es el desarrollo de su capacidad de mantener el equilibrio relativo
interno en un proceso de evolución interminable que consiste en un cambio
permanente de sus estructuras internas para dar paso a cambios cualitativos de
mayores niveles energéticos y de equilibrio dando origen a procesos
autorregulados. Pero además, los sistemas inteligentes hacen del proceso de
intercambio de energía con el entorno un proceso reversible, es decir,
desarrollan la capacidad de repetir los procesos de regulación de los niveles
de equilibrio interno encaminados en una cadena de cambios cualitativos
interminables en forma de una espiral ascendente.
Para el
cumplimiento de su objetivo principal, los sistemas inteligentes desarrollan
procesos complejos que a su vez tienen como objetivo la consolidación y
desarrollo de su estructura central de autocontrol y autorregulación
concentrada en un subsistema que se encarga a su vez de la abstracción del
entorno. El proceso principal de los sistemas inteligentes es la abstracción de
la realidad con el fin de garantizar un balance energético estable con el
medio, lo cual es posible debido a su
estructura totalmente integrada en tiempo real y a las funciones altamente
especializadas que realizan los subsistemas.
En los sistemas
espontáneos el camino hacia el equilibrio interno es irreversible en una sola
dirección a diferencia de los sistemas inteligentes donde aparece la
reversibilidad como una propiedad fundamental que caracteriza su proceso de
evolución permanente. La reversibilidad de los procesos naturales aparece junto
con los sistemas inteligentes debido a que estos son capaces de reflejas las
leyes naturales y utilizarlos para reproducir procesos originalmente
irreversibles. El proceso de
transformación del cuarzo termina con la estructuración de sus estructuras
cristalinas perfectas de mas bajo nivel energético y un perfecto estado de
equilibrio interno, en cambio el proceso de transformación de una célula viva
es interminable y su estructuración y reestructuración es permanente, haciendo
de su proceso existencial un hecho reversible constante, es decir, mueren
células pero antes se reproducen a imagen y semejanza pero alcanzando mayores
niveles de evolución.
“La física
ordinaria –señala Bertalanffy- solo se ocupa de sistemas cerrados(espontáneos),
de sistemas que se consideran aislados del medio circundante[28] . Así la fisicoquímica
nos habla de las reacciones, de sus velocidades, y de los equilibrios químicos
que acaban por establecerse en un recipiente cerrado donde se mezclan cierto
número de sustancias reaccionantes.”[29]. En realidad de lo que se
trata acá es de una visión mecanicista y segmentada del conocimiento científico
que fue valido solo para determinar ciertas propiedades de la materia. Sin
embargo esta visión ha quedado corta cuando se descubren sistemas “cerrados” o
procesos químicos imposibles de ser aislados, los cuales solo pueden ser
entendidos como estructuras sistémicas.
“Sin embargo,
-continúa Bertalanffy- encontramos sistemas que, por su misma naturaleza y
definición, no son sistemas cerrados. Todo organismo viviente es ante todo un
sistema abierto. Se mantiene en continua incorporación y eliminación de
materia, constituyendo y demoliendo componentes, sin alcanzar, mientras la vida
dure, un estado de equilibrio químico y termodinámico, sino manteniéndose en un
estado llamado uniforme (steady) que difiere de aquél. Tal es la esencia misma
de ese fenómeno fundamental de la vida llamado metabolismo, los procesos químicos
dentro de las células vivas”[30]. En esencia, se trata acá
de distinguir una nueva estructura sistémica mas evolucionada en relación con
las estructuras sistémicas espontáneas que permiten autorregular los procesos
de intercambio de materia y energía del sistema con el medio. ¿Como se produce
esta autorregulación? Es una pregunta
fundamental que no podría ser respondida sin el concepto de estructura
sistémica.
La evolución de
las configuraciones estructurales sistémicas de la materia hace que estas se
desarrollen a tal punto de lograr la generación de estructuras sensibles a los
intercambios de materia y energía[31] desarrollando su
capacidad de adaptabilidad al entorno. En los sistemas espontáneos, este
intercambio se da debido a un desequilibrio energético del sistema hasta
alcanzar un estado estable de mas bajo nivel energético; en los seres vivos,
este intercambio de energía y materia con el entorno es autorregulado,
obteniendo siempre del medio un diferencial de energía con la finalidad de
regular su crecimiento o reproducción y desarrollar su capacidad de
adaptabilidad.
Mas adelante
Bertalanffy señala: “De acuerdo con el segundo principio de la termodinámica,
la tendencia general de los acontecimientos en la naturaleza física apuntan a
estados de máximo desorden y a la igualación de diferencias, con la llamada
muerte térmica del universo como perspectiva final, cuando toda la energía
quede degradada como calor uniformemente distribuido a baja temperatura, y los
procesos del universo se paren. En
contraste el mundo vivo exhibe, en el
desarrollo equilibrado y en la evolución, una transición hacia un orden
superior, heterogeneidad y organización. Pero sobre la base de la teoría de
los sistemas abiertos, la aparente contradicción entre entropía y evolución desaparece.
En todos los procesos irreversibles la entropía debe aumentar. Por tanto el
cambio de entropía en los sistemas cerrados debe aumentar. Por tanto, el cambio
de entropía en los sistemas cerrados es siempre positivo; hay continua
destrucción del orden. En los sistemas abiertos, sin embargo, no solo tenemos
producción de entropía debido a los procesos irreversibles, sino también
entrada de entropía que bien puede ser negativa. Tal es el caso de un organismo
vivo, que importa complejas moléculas ricas en energía libre. Así los sistemas
vivos, manteniéndose en estado uniforme, logran evitar el aumento de entropía y
hasta pueden desarrollarse hacia estados de orden y organización crecientes.”[32] Existe otra pregunta de
rigor que debemos formularnos. ¿Qué factores intervienen en los sistemas vivos[33] para desarrollar dichas
propiedades?
La estructura y
la organización sistémica de los sistemas vivos no son suficientes para
explicar dicho fenómeno. Señalé líneas arriba que los sistemas vivos tienen la
capacidad de autorregulación de su intercambio energético con el entorno. ¿Cómo
se produce esta autorregulación? Los
sistemas vivos desde su estado elemental poseen la propiedad de reflejar y de
grabar en algún subsistema interno los procesos internos y externos con la
finalidad de darles la sensibilidad suficiente frente al intercambio energético
con el entorno.
A esta nueva propiedad de los sistemas vivos
(inteligentes) se le denomina
conciencia sistémica. Los sistemas vivos, a diferencia de
los sistemas espontáneos que poseen estructura y organización, poseen además,
conciencia sistémica. La evolución de la
conciencia sistémica va desde el simple reflejo condicionado que interviene en
la regulación del metabolismo de los seres vivos hasta la formación del pensamiento
y de la inteligencia. Evolución que marca en definitiva el paso de los seres
vivos de estructuras sistémicas espontáneas a estructuras sistémicas
inteligentes.
Los sistemas inteligentes poseen entonces conciencia
sistémica, es decir, la capacidad de reflejar objetivamente la realidad interna
y externa; y de desarrollar un
pensamiento sistémico, y tienen a demás, la capacidad de responder en forma
rápida, oportuna y eficiente frente a los cambios impuestos por el entorno. Los
sistemas inteligentes poseen además, estructura y organización sistémica
inteligentes.
2.5.3 Conciencia sistémica. Uno
de los procesos fundamentales de los sistemas inteligentes es la abstracción de
la realidad y se traduce en el fenómeno denominado conciencia del sistema, es decir,
el reflejo objetivo de la realidad en sus tres niveles básicos; nivel global,
nivel afectivo y nivel cognitivo.
El tema de la
conciencia es un concepto muy controversial, si empezamos por definir uno de
los principios básicos del conocimiento científico, es decir el concepto
absoluto o punto de partida a partir del cual deberíamos construir el edificio
del conocimiento científico, nos encontramos frente al dilema: asumir la
conciencia como el elemento sustancial a partir del cual se estructura la realidad
objetiva según el viejo estilo “pienso y luego existo”, o la conciencia es una
propiedad de la materia sistémicamente organizada cuyo objetivo es la
autorregulación y autocontrol de los procesos de transformación de la misma.
Estamos pues
frente a un problema de toma de posición respecto a que rumbo seguir teniendo
ante nosotros estos dos caminos. Los seguidores del primer camino sostienen: “Para la mejor comprensión del tema en cuestión,
miremos la actitud de un artesano, quien toma un pedazo de madera, lo reparte
en tres o más trozos, nótese que su mente es única, como único es el pedazo de
madera; el artesano al dividir el madero en trozos distintos, ya está
concibiendo en su mente humana, varias ideas, que serán ejecutables y
ejecutadas individualmente sobre cada uno de los trozos. Puede el mismo
artesano, utilizando su misma mente y su misma destreza, idearse varias
creaciones que al ser ejecutadas, les aplica su conciencia de distinta manera,
es decir, cuando el artesano golpea el madero con su primer cincelazo, la
figura ya está en la conciencia del artesano, y por ello podríamos decir, “ya
existe”. Es la clásica manera de
sostener que la conciencia es lo primero y es el valor supremo de toda
creación. Es el camino del idealismo puro.
Para efectos del
presente ensayo definiré la conciencia como una propiedad de la materia
organizada sistémicamente que le permite reflejar el mundo exterior, que
acompañado de censores intrínsecos de reconocimiento y medida de la intensidad
de los estímulos y de actuadores que les permite responder ante dichos
estímulos, son capaces de controlar la respuesta a dichos estímulos de una
forma predeterminada a través de mecanismos de control y selección de las
diversas alternativas frente a los estímulos externos en forma rápida,
manteniendo su estructura y funciones principales.
Este nivel de
conciencia que denominaremos reflejo condicionado presente en los sistemas
inteligentes primarios, al evolucionar toma cuerpo en los organismos vivos
orientándolos a estructuraciones cada vez más independientes del entorno,
desarrollando sistemas internos de autocontrol y autorregulación de los
procesos internos y externos, tomando su más alto grado de evolución en la
conciencia del ser humano.
En los sistemas
inteligentes superiores, la conciencia se presenta no solo como reflejo
condicionado, sino que además, surgen nuevos elementos como son la evolución de
los sistemas de censores y la motricidad que traen como resultado el desarrollo
del lenguaje, y sobre esta base, la construcción del pensamiento. El
pensamiento abstracto y lógico, vinculado al lenguaje, no sólo permite reflejar
el perfil externo, sensorial, de los objetos y fenómenos, sino, además,
comprender su alcance, sus funciones y su esencia y trasmitir mediante símbolos
o acciones que se reflejan mas sutilmente en los cambios generados en el medio
ambiente.
La conciencia es
un subsistema central principal de los sistemas inteligentes. En
los sistemas espontáneos, la transformación es el resultado del desequilibrio
energético orientado a estados de equilibrios estables de menor nivel
energético interno. En los sistemas inteligentes la transformación se presenta
como un requerimiento de generación de energía interna para mantener el
equilibrio del sistema en movimiento de crecimiento interno en sistemas
primarios y además de traslación en sistemas mas evolucionados.
Esta
característica de los sistemas inteligentes hace que desarrollen mecanismos de
producción de su propia energía interna a través del consumo de insumos del
exterior en un proceso de transformación llamado metabolismo. Este proceso
implica desarrollar el siguiente procedimiento explicado en el gráfico:
En este
procedimiento, la conciencia aparece como una fuente de realimentación del
sistema que permite reflejar el o los objetos de interés y controlar la
motricidad para ubicar el objeto de interés, posesionarse del mismo y luego aprovisionarse del mismo para generar
la energía interna necesaria que le demanda los procesos internos y externos.
En este procedimiento
además, surge como resultado de la interacción del medio interno y externo, el
proceso de aprehensión o desarrollo del conocimiento como conector entre la
conciencia y la realidad que permite mejorar la eficiencia del procedimiento.
El desarrollo del
conocimiento es un proceso dialéctico. En los sistemas inteligentes, la primera
etapa del conocimiento es el autoreflejo o auto conocimiento, conocimiento de
los sistemas internos para el desarrollo de la inteligencia censo motora y el
desarrollo de la capacidad de respuesta de todos los subsistemas frente a los
requerimientos del subsistema central. Esta primera etapa se caracteriza
básicamente por el método prueba-error.
Fig. 05:
Procedimiento de aprehensión de recursos
El auto
conocimiento es sustancial para poder determinar el grado de autonomía del
sistema inteligente. Su desarrollo dialéctico se basa en la interacción
permanente entre el medio interno y el medio externo del sistema y en la
capacidad de negación y antonegación de supuestos o resultados de dicha
interacción que son como hemos señalado en su oportunidad propiedades
intrísicas de los fenómenos materiales.
El proceso
inicial del desarrollo del conocimiento es la identificación de las elementos
internos, sus funciones (aprehensión de su campo de dominio interno), relación
con los requerimientos del sistema central (objetivos vitales del sistema), y
este a su vez, combina el reflejo de los elementos del entorno o ámbito de
desplazamiento que impulsa al sistema central a desarrollar acciones en
concordancia con las aptitudes o capacidad de manejo y control de los demás
subsistemas.
Aquí es
importante apreciar la interrelación entre el proceso de reflejo, aprehensión y
la praxis, presentes en todas las etapas del proceso de desarrollo del
conocimiento, que logran un proceso de perfeccionamiento gradual en
concordancia con el grado de autonomía que va adquiriendo el sistema durante su
proceso de formación y crecimiento.
Los fenómenos
materiales son reflejados en la conciencia en forma de imágenes, ideas o
conceptos y se convierte en elementos subjetivos, luego, estas imágenes, ideas
o conceptos son gravadas formando un banco de información que posteriormente
son comparadas o procesadas para dirigir un cambio de estado o desplazamiento del
sistema.
La segunda etapa
del desarrollo del conocimiento es la etapa afectiva; es decir, el proceso de
valoración de los elementos del sistema (autoestima) y de los elementos del entorno. Esta etapa se
define como la etapa del reflejo del grado de importancia que tienen tanto los
elementos del sistema, el sistema y el entorno con relación a los objetivos
vitales del sistema. En esta etapa, el sistema define, a través del proceso d
valoración del entorno, objetivos que
trascienden a su estado vital, trasladándose
a la diferenciación de los objetivos de adaptabilidad, socialización y
capacidad de transformación conciente del medio interno y externo.
La tercera etapa
es el desarrollo del conocimiento de la capacidad perceptiva, es decir, la
capacidad de distinguir formas, características, propiedades, etc. y la
causalidad perceptiva relacionadas con la actividad sensomotoras.
La inteligencia
es una propiedad de los sistemas que se asienta sobre el desarrollo y la
complejización[34]
de la conciencia, la misma que surge como consecuencia de su propiedad de
reversibilidad de sus estructuras internas y externas del sistema con el
objetivo de mantener una interacción eficiente con el entorno, perfeccionando
su adaptabilidad y conservación de la especie a través de la transformación
conciente de sus estructuras internas y externas.
2.5.4 Estructura de la conciencia sistémica. La
estructura de la conciencia sistémica se asienta sobre tres niveles: el nivel
global, el nivel afectivo y el nivel cognitivo.
En el nivel
global, la conciencia refleja el horizonte de los fenómenos, su procedencia, su
estado actual dentro de un entorno lo mas amplio posible y su proyección
futura. En este nivel, la conciencia se estructura como una concepción global
del mundo hasta donde su capacidad cognitiva lo permite observar y descifrar el
contenido de la realidad.
En el nivel
afectivo, la conciencia identifica los objetos de interés y asigna orden de
prioridades. Ubica al sistema en el entorno global y produce la selectividad de
movimientos racionalizando las opciones de interrelación con el entorno.
En el nivel
cognitivo, la conciencia identifica los objetos en si y refleja su constitución
y propiedades y la posibilidad de su reproducción.
En la figura. 05,
observamos la interrelación entre los tres niveles de la conciencia enlazados
con un ciclo permanente de realimentación a través del proceso de intercambio energético y la
prueba de la realidad. La conciencia sistémica se soporta sobre estas dos
fuentes de realimentación que traen como resultado la formación de la
conciencia global en la que se forja la concepción del mundo en su estado
concreto y posible.
En los sistemas
inteligentes, el nivel de desarrollo alcanzado por la conciencia global es la
que marcará el grado de inteligencia del sistema debido a que la conciencia
global controla los grados de libertad del sistema.
Fig. 06:
Estructura de la conciencia sistémica.
2.5.5 Estructura sistémica. Considerando
que la estructura sistémica es el espacio físico y la cadena física generada
por las funciones y las interrelaciones de los elementos del sistema. Si estos
es así ¿Cómo podríamos definir una estructura sistémica inteligente?
El proceso de
abstracción es básicamente un proceso complejo que requiere de operaciones igualmente
complejas y de actividades altamente
especializadas y de flujo continuo, por lo tanto, la estructura sistémica
inteligente, es una estructura integrada de
alta sensibilidad enlazada por una red
global que permita a los elementos del sistema estar al mismo tiempo
en todas las partes del sistema. La
integración de los elementos de un sistema inteligente es en tiempo real,
propiedad que permite a dichos sistemas responder de manera inmediata a los
impulsos del entorno.
La estructura sistémica inteligente depende
fundamentalmente de los diferentes
procesos que desarrolla el sistema para cumplir con sus objetivos.
2.5.5 Estructura sistémica. La
organización es la distribución de funciones de los elementos del sistema en
subsistemas de acuerdo a requerimientos de los procesos fundamentales que
desarrolla el sistema. En los sistemas inteligentes se distinguen dos procesos
fundamentales: el proceso de autorregulación y autocontrol a cargo de la
conciencia sistémica y el proceso metabólico a cargo de los sistemas de transformación de los insumos requeridos
por el sistema en la energía suficiente para su desarrollo e interacción con el
medio.
El proceso de
autorregulación y autocontrol esta conformado por sistemas integrados que
permiten desarrollar las funciones de abstracción de la realidad, la función
sensomotriz y la función de autocontrol o administración de los recursos del
sistema.
La función de
autocontrol, autocontrol y autorestructuración están a cargo del subsistema
central denominado el cerebro del sistema y que para tal fin es la responsable
de estructurar la conciencia sistémica.
La función
sensomotriz o de percepción y motricidad esta a cargo del sistema nervioso
central su función principal es dotarle al sistema la sensibilidad necesaria
para percibir las influencias internas y externas, trasmitir dicha información
al subsistema central y al mismo tiempo generar los movimientos necesarios de
respuesta inmediata frente a dichas influencias.
El proceso
metabólico requiere del desarrollo de sistemas
que garanticen el flujo permanente de los insumos que requiere el
sistema para la generación de la energía necesaria para su desarrollo y
reproducción; pero además requiere de sistemas de transformación de dichos
insumos que garantice la realimentación energética permanente del sistema. Todo
esto se traduce en tres funciones básicas: la función logística, la función
operativa y la función reproductiva.
En un sistema
inteligentes estas funciones están presentes a lo largo y ancho del sistema a través
de las unidades fundamentales del sistema llamada células, estas a su vez
forman grupos especializados por actividades afines conformando órganos
interdependientes e interconectados entre si y con el sistema de
autorregulación y autocontrol a través del un sistema nervioso central que
conforma la red integral de comunicación del sistema.
2.5.7 Inteligencia y vida. “La vida se revela como un fenómeno químico en
escala microscópica y molecular, y la
materia que la sustenta es idéntica con el resto de la materia que llena el
Universo. De tal modo la vida se nos muestra como un hecho de complejización,
tanto de estructuras como de funciones que derivan o asientan sobre ellas, y la
característica distintiva especial, la materia de ser fenomenológica de una y
otra está, precisamente, en características disímiles provenientes de funciones
que asientan en niveles distintos de estructuración, y de circuitos funcionales
cuyas actividades se regulan mutuamente y poseen, además, sistemas propios de
autorregulación.
Esta
complejización no es una finalidad en si misma; por el contrario, revela
cambios sucesivos: la interrelación entre el circuito interno y circuito
externo, individuo y medio, establecen condiciones que cambia, sucesiva y
alternadamente”[35]
De este modo, la
vida es el resultado de un proceso de transformación y organización constante
de la materia. La vida se manifiesta como
él más alto grado de organización sistémica
orientada al autocontrol, la autorregulación de los procesos de
transformación y de intercambio de insumos y productos con el medio y la
autogeneración de su soporte estructural, logra convertir la transformación
espontánea de la materia en una transformación consciente y equilibrada.
La vida surge
como un fenómeno del carácter sistémico de la organización de la materia, es
decir es el producto de la interacción
permanente de elementos organizados sistémicamente que tiene como fin la
preservación y conservación de su estado organizacional basado en el equilibrio
entre su medio interno y externo.
La vida surge
además como un proceso contradictorio de la evolución espontánea de la materia,
la espontaneidad implica el incremento
permanente de la entropía del universo, es decir el mayor grado de caos y
desorden universal que implica la destrucción permanente de las estructuras
organizacionales de la materia y su consecuente imposibilidad de evolución. La
entropía es consecuencia de la interacción y cambio permanente que experimenta
la materia como forma natural de su existencia, es parte de su razón de ser y
de existir.
En contraposición
a la tendencia general hacia el caos y desorden material manifestada en el
incremento de la entropía del universo, en dirección opuesta y también natural
la materia desarrolla niveles organizacionales (sistemas cada vez más complejos
con le objetivo de reducir el incremento entrópico con una negentropía
constante. La entropía y la negentropía
son las dos fuerzas fundamentales
que marcan la tendencia evolutiva permanente de la materia.
Dentro de este marco
la vida surge como una respuesta a la necesidad de mantener y conservar los
niveles evolutivos de la materia, esto solo es posible reduciendo el desorden,
es decir, estableciendo niveles entrópicos negativos o negentropías para lograr
niveles de equilibrios relativos y de estabilidad relativa de los procesos
evolutivos de la materia.
La vida implica
entonces un proceso constante de autorregulación y autocontrol y que en su
etapa superior de evolución presenta la
conciencia como elemento integrador de dicha autorregulación y autocontrol con
la autogeneración estructural para dar el salto entre el metabolismo puro y la
transformación conciente del entorno. De este modo, la vida se constituye como
un fenómeno de supervivencia y transformación dirigida del medio interno y
externo del individuo.
La complejización
de los sistemas vivientes trae como consecuencia el surgimiento de la
conciencia; es decir, la capacidad de reflejar objetivamente el medio interno y
externo en su estado real y en las posibilidades de su desarrollo. La evolución
de la conciencia trae aparejado la función cerebral de interrelación entre la
mecanización del control y regulación interna, los actos o experiencias
grabadas en la mente que ocupan el subconsciente y los actos o hechos presentes
que forman parte de la estructura conciente, denominado pensamiento.
“El pensamiento
cobra realidad, deja de ser virtual en el hombre como en los animales
superiores, por su estructuras que introduce entre las cosas y el conocimiento
de las mismas. La mediatez señala una duración intercalada entre estímulo y
respuesta, y el acto mediato significa, por consiguiente, elaboración de nuevas
estructuras funcionales cuyo significado ya no es la defensa o conservación de
la vida, no representa una finalidad biológica como el reflejo, sino realiza
formas lógicas implícitas o explícitas de la cultura y trasmitidas por el
lenguaje.
Existe, por
tanto, una autorregulación que se traduce por reelaboración de estímulos,
reestructuración del dato, en las que intervienen condiciones biológicas como
base, y culturales que definen dirección, sentido y contenido de dicha
autorregulación. El pensamiento se engendra en el acto y se expresa modificando
las consecuencias de éste;…”[36]
El pensamiento
surge de la complejización de los niveles de reflejo de la realidad objetiva en
su proceso de transformación permanente. El proceso de reflejo (aprehensión)
“coloca” imágenes en la mente y esta a su vez los almacena en la memoria; pero
el cerebro, a lo largo de su proceso de evolución no solo es capaz de reflejar imágenes
estáticas, sino además, imágenes dinámicas. Para poder reflejar el mundo
dinámico, el cerebro ha desarrollado su capacidad de codificar los fenómenos en
constante movimiento y transformación, configurándose de este modo la
estructura del pensamiento. El pensamiento evoluciona al compás de la
complejización de las interrelaciones individuales, pasando por mantener las
interrelaciones de supervivencia, el conocimiento de sí mismo y del entorno, y
las posibilidades de transformación de
las estructuras y procesos internos y externos.
Mientras que el
pensamiento relaciona los reflejos (imágenes, sonidos o símbolos grabados en la
mente) y luego conceptualiza a través del lenguaje, la inteligencia regula la interrelación del ser con el entorno. El
pensamiento conceptualiza la acción, la inteligencia define alternativas y
optimiza los procesos de interacción internos y externos.
El proceso de
optimización lleva en forma implícita la capacidad del ser de interrelacionar variables,
reflejar las posibilidades y modificar estructuras internas y externas con la
finalidad de regular y mantener el equilibrio en un proceso de transformación
permanente. De este modo, la inteligencia surge indesligablemente de los
procesos vitales denominados autocontrol, autorregulación y auto
reestructuración con la finalidad de conducir los procesos de transformación
consciente del medio interno y externo y de garantizar la continuidad de los
niveles evolutivos de los procesos materiales en el tiempo.
2.6 LEYES GENERALES APLICADOS A LOS
SISTEMAS INTELIGENTES
2.6.1 Objetividad, Unidad y Universalidad de la materia. La
materia es una categoría filosófica para designar la realidad objetiva
existente independientemente de la conciencia, es única y universal.
2.6.2 Objetividad, Unidad y Universalidad de la Dialéctica. Categoría filosófica para designar el modo fundamental y
único de existencia de la materia. La Dialéctica toma aquí un valor de carácter
universal al igual que la materia desligándose de su carácter
cognitivo-metodológico-subjetivo.
2.6.3 Unidad, Objetividad y Universalidad de los Sistemas. Categoría
filosófica para designar el modo fundamental y único de estructuración y
organización de la materia. Igualmente, los sistemas toman aquí un carácter
universal, desligado de su carácter cognitivo- metodológico-subjetivo.
2.6.4 Unidad, Objetividad y Universalidad de la conciencia. La
conciencia es el estado abstracto de la
materia y surge como resultado de su complejización estructural y organizacional
con el objetivo de orientar la transformación del entorno generando
negentropías. La conciencia es única y
universal así como la materia que lo soporta.
2.6.5 Los procesos determinan la estructura y organización
de los sistemas inteligentes. Los procesos son el flujo permanente de
operaciones sobre los recursos del sistema que realizan las células
inteligentes del sistema agrupados en subsistemas con la finalidad de cumplir
con sus objetivos estratégicos.
Este modelo parte
de la necesidad de desarrollar una concepción del mundo eólica y científica a
través de la toma de posesión respecto del camino filosófico ha seguir, que
como se observa en el esquema, el camino de filosófico del materialismo
dialéctico se constituye en la única vía para tal fin.
Fig. 07:
Direccionalidad de la concepción del mundo
El materialismo
dialéctico se sustenta sobre tres categorías filosóficas fundamentales: materia
y conciencia, el modo dialéctico de existencia de la materia y el modo
sistémico de estructuración y organización.
El desarrollo de
estas tres categorías filosóficas
desencadena la formación de un concepto integral y objetivo de los sistemas.
Como podemos
observar, los sistemas por un lado son un modo fundamental de estructuración y
organización de la materia, que a través del desarrollo del conocimiento
científico logra sus niveles de abstracción en la conciencia formando el
concepto de sistemas y que es materia además del estudio de la Teoría general de los
Sistemas.
Los sistemas son
hoy en día parte fundamental de la concepción científica del mundo y esta a su
vez constituye el soporte fundamental del pensamiento sistémico, indispensable
para poder entender y descifrar la complejización estructural de los fenómenos
materiales.
Cabe resaltar que
el pensamiento sistémico solo puede desarrollarse a través de esta vía, siendo
totalmente inconcebible el desarrollo del pensamiento sistémico desde una
posición idealista, metafísica y unilateral.
Este modelo que
observamos en el siguiente esquema diferencia claramente las dos corrientes en
el desarrollo organizacional desde el punto de vista filosófico.
Por un lado, la
idea absoluta convertida en materia, se
convierte en el sustento básico del conocimiento metafísico que genera a su vez
una concepción idealista del mundo predominante en los sistemas anacrónicos. El
predominio del idealismo hace que las funciones de los elementos del sistema
estén generalmente disociados de la estructura del sistema y que los procesos
que realizan los sistemas estén fragmentados, fenómeno que se manifiesta en la
disfunción estructural-funcional de dichos sistemas fomentando en forma
permanente crisis de adaptabilidad y de incapacidad de fomentar cambios
cualitativos en su estructura.
En el lado
opuesto observamos, que la metería, que existe en forma universal, dialéctica y
sistémicamente se refleja en la conciencia sistémica a través del desarrollo
del reflejo (conocimiento). Este proceso que ya hemos descrito anteriormente
permite abstraer la realidad objetiva y convertirla en una herramienta poderosa
que permite a los sistemas inteligentes no solo orientar su interrelación con
el entorno desarrollando mecanismos de supervivencia, sino que además le
permite desarrollar sistemas de autocontrol y autorregulación en clara
diferenciación de los sistemas espontáneos.
El desarrollo
organizacional, es decir la construcción de organizaciones inteligentes debe
estar sustentado sobre la base de esta configuración estructural, mas allá de
entender que solo es un problema de mentalización de las personas para alcanzar
estados de rendimiento satisfactorio cundo estos poco o casi nada llegan a
comprender la relevancia estructural de los sistemas inteligentes sobre la
conducta de sus elementos.
En la figura
anterior observamos el diseño de la estructura y las funciones de la conciencia
sistémica en una organización inteligente, partiendo del principio de que las
funciones son las que determinan la estructura, entonces empezamos con definir
las funciones básicas de la conciencia sistémica como ente de autorregulación y
autocontrol del sistema.
Las funciones
globales de autorregulación y autocontrol se manifiestan a través de 3
operaciones fundamentales tales como el
direccionamiento, la optimización a través de selección de alternativas y toma
de decisiones, y la motilidad; son el resultado de los niveles de soporte de la
conciencia global: la conciencia cognitiva y la conciencia afectiva
interactuantes en forma permanente.
A través de la
conciencia cognitiva el sistema debe desarrollar las 4 funciones fundamentales del sistema: la
administración de la información, la adaptación de la información a situaciones
concretas, el desarrollo del conocimiento y la sistematización.
La administración
de la información es la función encargada de planificar, organizar, dirigir y
controlar el flujo de información interna y externa a través de la
administración de una base de datos, el manejo eficiente de la autopista de la
información mediante una red integrada
en tiempo real. La administración del flujo de información captura toda la información
de de la autopista informática al mismo tiempo que registra los eventos
internos con el objetivo afinar la direccionalidad del sistema.
La función de
adaptación de la información a situaciones concretas, es decir a los
requerimientos específicos del sistema, ordena y clasifica la información
orientándolo hacia objetivos específicos buscando su nivel óptimo de
aplicabilidad.
La función del
conocimiento se encarga de sintetizar la aplicabilidad de la información a
situaciones concretas y desarrollar las pautas que hacen falta para mejorar
continuamente la eficiencia de la aplicación de la información a los objetivos
específicos del sistema.
La función de
sistematización se encarga de la elaboración de los paquetes tecnológicos
completos que permitan estandarizar los procesos que garanticen el flujo
continuo de operaciones de valor agregado del sistema.
A través de la
conciencia cognitiva, la conciencia sistémica controla el flujo logístico del
sistema bajo cuatro funciones:
1. La función de
valoración que establece una escala de valores entre los elementos con que
interactúa el sistema en función de su
grado de influencia y el volumen
de recursos que intercambian;
2. La función de
priorización que se encarga de establecer niveles de estratificación entre los
elementos que interactúan con el sistema;
3. La función de
fidelización que se encarga del establecimiento de relaciones de largo plazo
con los elementos que interactúan con el sistema según el cuadro de valoración
y de priorización;
4. La función
conductual que define el comportamiento del sistema que se materializa a través
de la cultura organizacional.
Cabe resaltar que
todas las funciones señaladas están estrictamente orientadas hacia los
procesos, ya que los tipos de procesos que realiza el sistema son los que
finalmente van a determinar las funciones que deben desarrollar los elementos
del sistema agrupados en subsistemas, generando de este modo la estructura
final del sistema, es decir, la cadena física y/o el espacio físico que
delimita al sistema de su entorno.
El sistema por su
naturaleza propia desarrolla un intercambio energético permanente con el
entorno que se manifiesta en el consumo permanente de insumos en el desarrollo
de los procesos y la entrega de
productos al exterior. Este intercambio es posible debido a que el sistema es
capaz de mantener un flujo permanente de información, un flujo permanente de
operaciones de valor agregado, un flujo permanente de operaciones de
mantenimiento y un flujo logístico también permanente, consecuentes con la
filosofía del JIT (justo a tiempo).
De lo señalado
anteriormente se puede concluir que la estructura de una organización
inteligente se caracteriza por se una estructura totalmente plana cubierta por
equipos multidisciplinarios asignados al cumplimiento de las funciones del
sistema: la función global encargada de la planificación y gestión estratégica,
la función cognitiva encargada del desarrollo del conocimiento y la gestión de
la información, la función afectiva encargada de regular el flujo logístico, la
función de mantenimiento encargada del flujo de operaciones de mantenimiento y
la función de operaciones de valor agregado encargada de los procesos del sistemas.
La estructura
sería la siguiente:
PREGUNTAS:
• ¿Por qué es importante para el
estudiante conocer y comprender la Quinta Disciplina ?
• ¿Cuál es la aplicación de la Quinta Disciplina
a las organizaciones inteligentes?
• A través de la conceptualización de la Quinta Disciplina ,
¿Cómo se puede definir una organización Inteligente?
• ¿Cuáles son los aspectos
fundamentales que desarrolla la Quinta Disciplina para ser aplicados en la
organizaciones?
• Por qué se dice que la Quinta Disciplina
es el eslabón entre las organizaciones y la teoría de sistemas (Sistemas de
Información – Sistemas Computacionales
Solución de Problemas
• Con fundamento en la Quinta Disciplina
(5º Paradigma) Seleccione una organización (empresa) de su región, consulte en
ella los siguientes aspectos:
·
¿cuál es su estructura orgánica,
identificando líneas de comunicación, límites de los suprasistemas, sistemas y subsistemas.
·
¿Cuáles son sus procesos, sus entradas
y sus salidas, como realiza su proceso de retroalimentación.
·
¿Cómo utiliza sus normas de control
para evaluar sus procesos
·
¿Cómo aplica las diferentes
metodologías de sistemas para redefinir sus proyectos?
·
¿Por medio de qué paradigma se mantiene
y se evalúa el sistema organizacional?
• Seleccione una organización que usted
conozca en su comunidad, describa su cultura organizativa e identifique en ella
las disciplinas de la
Quinta Disciplina , formuladas por Peter Senge. Justifique sus
respuestas.
TALLER
• Elabore un modelo hipotético de una
organización que aprende, en el que usted pueda explicar en forma fácil y
sencilla la aplicación de la Quinta Disciplina.
• Elabore un esquema conceptual donde
se describan las disciplinas formuladas por Peter Senge en la Quinta Disciplina.
• Describa mediante un cuadro los
procesos que una organización que aprende debe tener en cuenta para su
desarrollo y evolución.
Bibliografía Sugerida
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W. H. El comportamiento intuitivo en la
empresa. México: Paidós, 1992.
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[1] PETER M. SENGE: La Quinta disciplina Cómo
impulsar el aprendizaje en la organización inteligente. Ediciones Granica
Buenos Aires Argentina. P. 23
[2] NOTA
DEL AUTOR El relato hace referencia a los
sucesos de Cayara Dpto. de Puno en donde los pobladores lincharon a su alcalde
[3] LA
QUINTA DISCIPLINA Peter
M. Senge p. 34. Ver “La parábola de la rana hervida”
[4] PETER M. SENGE La Quinta Disciplina
p. 24
[5] Ídem p 25
[6] SENGE, Peter (1990). La Quinta Disciplina.
Editorial Granica.
[7] SENGE, Peter (1990). Obra citada
p.16.
[8] SENGE, Peter (1990). Obra citada p.
90
[11] ALBERTO L. MERANI. LA DIALECTICA EN PSICOLOGÍA * INTELIGENCIA Y VIDA.
Editorial Grijalbo, SA. México, D.F., 1968. pp.35, 36
[12]JUAN MARCONI. Artículo Especial: UN MODELO TEÓRICO DE LA CONCIENCIA NORMAL
DE REALIDAD. REVISTA CHILENA
DE NEURO-PSIQUIATRÍA p. 159.
[13] JUAN MARCONI. Obra citada pp.2,3
[14] IDEM. Obra citada p. 2
[15] NOTA DEL AUTOR: La estructura es la parte física del
sistema a través de la cual se reflejan sus procesos y las funciones. Los
procesos son los flujos de operaciones realizadas sobre los recursos del
sistema y las funciones son el flujo de actividades que requieren las distintas
operaciones que realiza el sistema para el logro de sus objetivos.
[16] LUDWIG VON BERTALANFFY obra citada.
Pp. 31,32,33
[17] Ídem p. 34
[18] LUDWIG VON BERTALANFFY obra citada.
P. 94
[19]
LUDWIG VON BERTALANFFY obra citada p. 55
[20]
LUDWIG VON BERTALANFFY obra citada p. 56
[21] LUDWIG VON BERTALANFFY. Obra citada
p.31
[22] PETER M. SENGE. Ob. Citada pp. 99-103
[23] ALBERTO L. MERANI obra citada p. 40
[27] NOTA DEL AUTOR: Por
disfunción estructural debe
entenderse como una estructura que difiere de los procesos y de las funciones
del sistema generando patrones de conducta que subyacen a los estados de
mediocridad y empoderamiento informal de la organización. Esta disfunción es la
causa de la ineficiencia del sistema en el cumplimiento de sus objetivos.
[28] NOTA DEL AUTOR:
Aislamiento que solo obedece a los fines de estudio, en realidad, debido a la
interacción permanente de los subsistemas que conforman la naturaleza y el
universo, tal aislamiento no existe, es imposible.
[29]
LUDWIG VON BERTALANFFY. Obra citada p. 39
[30]
Ídem. P. 39
[31] NOTA DEL AUTOR: Intercambio de materia y
energía es une frase usada en este caso en forma didáctica, pero el concepto no
es tal por ser redundante, debería decirse solamente intercambio de energía por
que el concepto de energía lleva implícito el intercambio de materia, ya que se
entiende por energía a la materia en movimiento según Eistein (E= ½ mv2).
[33] NOTA DEL AUTOR: Llámese sistemas “vivos” a los sistemas inteligentes en sus
diversos niveles de evolución, tal como demostraremos posteriormente en la
definición de sistemas inteligentes.
[34] NOTA DEL AUTOR: El término complejización debe ser entendido como el
nivel múltiple y complejo que adquieren las interrelaciones de los elementos de
los sistemas como producto de su evolución.
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